Gracias a ti [GRECABO]

Capítulo 6

-Genial, el puto gilipollas este -Murmuró Gustabo- Mira, ¿sabes qué? Pasa tú, no me apetece discutir.

Gustabo se fue hacia atrás denjando pasar a un dasconcertado Brown, de normal el rubio no es así, él hubiera empujado todavía más fuerte hasta que cediese, pero aún así Brown cruzó la puerta para irse donde quería.

La verdad es que hoy Gustabo no se encontraba de humor.

Entró en comisaría, ahí estaba Greco atendiendo denuncias.

NARRA GUSTABO

Pobre Greco, siempre haciendo el trabajo que los demás no quieren hacer.

En cuanto me vio me dedicó una sonrisa.

-Hola Gus, ¿qué tal estás hoy?

-De mal humor, encima el gilipollas de Brawny no ayuda -Me levanté de la silla, me apetecía estirar las piernas.

-¿Qué es lo que ha hecho esta vez? -Dijo en un tono cansado.

-Nada importante.

-Uy no, nada importante, solo llamarte puto inválido cuando pensaba que eras un civil cualquiera -Fruncí mi ceño.

-¿Qué? -Greco volteó a verme.

-Yo no he dicho nada.

Espera. Si él no ha sido... ¿Quién?

-Soy yo, Gustabo.

-¿Qué? ¿Quién eres? -Greco levantó su vista hacia mi dejando lo que estaba haciendo.

-Soy yo, Greco, el comisario Greco.

-Dile a ese patán de barba que se calle.

-¡No! ¡Cállate tú!

-Gus, ¿estás bien? ¿Con quién hablas? -Greco salió de detrás del mostrador y se acercó un poco hacia mí.

-Oh, vamos Gus, no hagas como si no me conocieses. Sabes perfectamente quién soy -Dijo de nuevo con una voz de arrogancia y burla.

-No, no no no no no, no puede ser, no puedes ser tú -Yo estaba mirando un punto fijo, concentrado en esa voz de mi cabeza.

-Sí, Gustabo. Tú me has dejado volver. ¿O acaso no recuerdas cómo va esto?

-No, vete, no quiero que vuelvas, no otra vez -Retrocedí inconscientemente hasta que mi espalda chocó contra la pared mientras agarraba mi cabeza con ambas manos.

Greco debió alarmarse, porque vino corriendo hasta mí y puso una mano en mi espalda.

-Gus, Gus, ¿estás bien? ¿Gus?

No, no estaba bien, me estaba dando un puto ataque de ansiedad el comisaría.

Yo solo pude negar con la cabeza ante la pregunta que me acababa de hacer Greco.

Éste pasó su brazo izquierdo por mis hombros y me condujo despacio hasta una de las sillas de espera de comisaría y él se sentó a mi lado y me abrazó fuerte.

-Tranquilo Gus, estoy contigo, ¿vale? Estás a salvo aquí.

Aunque Greco intentaba que se me pasase, me había dado un ataque muy fuerte, y él no conseguía nada.

-Oh mierda -Susurró- Está bien, vale, ven -Me pegó más hacia él poniendo el lateral de mi cabeza en su pecho- Gustabo, quiero que te centres en el latido de mi corazón y en mi voz, ¿vale?

Eso hice. O por lo menos lo intenté. Cuando ya había pasado un rato, me pude tranquilizar del todo. Greco se separó de mi y me miró. Yo aún tenía lágrimas en los ojos y seguramente estaría rojo.