Capítulo 40

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-Bueno... Ya sabes dónde está mi habitación, yo me voy a quedar aquí en el sofá a dormir, ¿vale? -Dijo Greco.

-Ni de coña. ¿Dónde dormiste el otro día cuando me quedé dormido en el sofá y me desperté en tu cama? -No lo dejé responder- Porque te conozco lo suficientemente bien como para saber que dormiste en el sofá, así que hoy vas a dormir en tu cama, que para eso es tuya -Dije en tono demandante.

-No. Vas a dormir tú en la cama, para algo eres mi invitado.

-Eso no es una opción. Te doy dos soluciones; o duermes tu en la cama y yo en el sofá, o dormimos los dos en la cama -Greco me miró con cara de ¿komoooooo? y fue ahí donde me di cuenta de lo que había dicho. Sentí mis mejillas calentarse, y me retracté de inmediato- Quiero decir, puedes dormir tu a un lado y yo a otro y el perro o una almohada en medio... Pero creo que será mejor que duerma yo en el sofá.

-No... Osea, creo que la idea de dormir los dos en la cama es la mejor... Uno en cada lado y con algo en medio, por supuesto -Dijo, y me di cuenta de que también estaba un poco sonrojado.

-Vale... Bueno, ¿qué quieres hacer ahora? No nos vamos a ir ya a dormir... ¿no?

Negó con la cabeza y yo me senté en el sofá con Draco aún en brazos. Se sentó a mi lado y puso una peli mientras acariciaba al perro.

-¿Quieres pedir algo para cenar?

-¿McDonald's? -Sujerí

-Me sirve eh -Dijo y cogió su móvil para entrar en la aplicación del restaurante y pedir la comida- Ya he pedido lo mío, ¿qué quieres tú?

-Pásame el móvil, va a ser más rápido -Dije con una sonrisa. Él me dio su teléfono y cogió al perrete para que pudiese pedir bien.

Me pedí una big mac con patatas deluxe, una Coca-Cola grande y un mac flurry de oreo y caramelo, y puse mi tarjeta y le di a comprar.

-La comida ya está en camino -Anuncié y le devolví el teléfono.

-¿Te sabías mi tarjeta? -Preguntó con el ceño fruncido.

-No hombre no, he pagado con la mía -Dije riéndome ante su desconcierto.

-Pero si he dicho que invitaba yo -Dijo ahora con tono un poco de reproche.

-Sí claro, y tu también pones la casa, y ya de paso me compras también la ropa y los gastos necesarios. Me voy a quedar a dormir en tu casa, lo mínimo que puedo hacer es pagar la cena -Dije.

-Está bien, si insistes -Dijo y sonrió. Le imité y cogí a Draco para dejarlo en el suelo y luego sentarme yo con él para jugar.

En cuanto vio que quería jugar con él, se fue corriendo a por su cuerda para tirar.

Era increíble lo que quería a ese cachorro.

Pasado un buen rato de juegos con el perro después de cenar, Greco y yo decidimos irnos a la cama, pero yo no había traído pijama, e iba con vaqueros, por lo que Greco tuvo que prestarme un pijama, que ovbiamente me quedaba enorme.

Cuando nos fuimos a dormir, y como era de esperar, Draco se tumbó también encima de la cama.

Al día siguiente, cuando desperté y miré hacia mi derecha, vi a un Greco sin camiseta durmiendo a pierna suelta boca abajo y abrazando -con mucha delicadeza, como si su subconsciente supiese que es algo frágil- a Draco, y éste estaba acurrucado conra él.

Supuse que se habría quitado la camiseta del pijama inconscientemente mientras dormía, pero aún así me ruboricé al verlo con la espalda al descubierto, y por alguna razón que desconozco, me imaginé a mi mismo despertando todos los días a su lado.

Gracias a ti [GRECABO] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora