Capítulo 34

206 25 3
                                    

Horacio pasó conmigo el resto del día, y le hice prometer que traería aquí a Volkov al día siguiente para que pueda hablar con él y que cuidaría de Greco hasta que yo saliera del hospital.

Las pruebas no fueron desagradables del todo, lo único molesto es que me llevaban todo el rato de aquí para allá y me decían cosas que no entendía, pero todo lo que me hicieron fueron escaners y radiografías, por lo que no sentí ninguna molestia respecto a eso.

Me dijeron que estaba bien, pero que me iban a tener unos días más aquí por si acaso.

Esa tarde, Horacio vino con Volkov, como me había prometido.

-Hola Gus -Dijo entrando como Pedro por su casa.

-Priviet Gustabo -Dijo el ruso detrás de mi hermano.

Ambos se sentaron en las sillas que había en la sala y se me quedaron mirando, espectantes.

-Osito, déjame un momento a solas con Volkov, por favor -Dije con tono firme pero amable, sin mirar a mi hermano, solo a Volkov.

-De acuerdo, iré a dar una vuelta por el hospital -Asentí con la cabeza y Horacio se fue dándole a Volkov un beso en los labios y a mi uno en la frente.

-Bien, Volkov. Quiero saber si vas en serio con mi hermano -Me miró con la ceja levantada como si lo estuviera diciendo en broma, así que continué- Sé que esto parece del típico hermano tóxico de película controlando a su hermana pequeña, pero me preocupo por él, y te lo estoy diciendo completamente en serio.

-Está bien... Para serte sincero, quiero a tu hermano. Estoy enamorado de él, y en un futuro me gustaría casarme con él y formar una familia.

-Vale. No creo que estés mintiendo. Pero espero que seas consciente de que como derrame una sola lágrima por tí, estás muerto -Le advertí, y mi tono se volvió amenazador sin yo quererlo, por lo que supe que él seguía aquí y estaba saliendo.

Tendría que volver a tomarme las pastillas.

-Por supuesto que soy consciente, Gustabo. Pero te aseguro que no le voy a hacer daño, de ningún tipo -Estaba nervioso.

-Más te vale -Mi voz salió con un tono cínico, lo que hizo que Volkov me mirase extrañado.

No, no no no, esto no podía estar volviendo a pasar... No había podido volver tan rápido... ¿O sí?

-Mierda... Volkov, rápido, dile a Horacio que venga -Dije mientras cerraba los ojos con fuerza y llevaba mis manos a la cabeza, intentando controlarlo.

-¿Qué? ¿Estás...? -No lo dejé terminar. Solté un grito de desesperación.

-¡Solo hazlo! -Grité y él se levantó y se fue.

Poco rato después Horacio entró corriendo y empezó a sobarme la espalda.

-Tranquilo Gus, todo va a estar bien -Su tono no era tranquilo para nada, estaba igual de alterado que yo: él también le tenía miedo- Volkov, llama a Greco, rápido. Es el único que consigue calmarlo.

-Vale -Dijo y lo llamó. No tardó mucho en colgar- Viene enseguida.

No quería que saliera ahora. No podía dejar que saliera. Tenía miedo de que le llegase a hacer algo a Horacio o a Volkov.

-Por favor, salir de aquí -Dije. Mi voz temblaba, y fue una súplica más que otra cosa.

-Gus... -Dijo Horacio, claramente preocupado por mí.

-¡Ya! -Grité. Se encogió en su sitio y salió llevándose a Volkov.

Pasó lo que para mí fue una eternidad hasta que llegó Greco. Lo escuché decirle algo a mi hermano y a Volkov, y luego entró rápido y vino directo a mí.

Gracias a ti [GRECABO] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora