Lando Norris
Había aterrizado en Estiria horas atrás y me encontraba tratando de dormir un poco, pero me era imposible y no entendía por qué. Daba vueltas por la enorme cama y no hallaba la comodidad perfecta para dormir, cuando me quedaba en una posición sentía la necesidad de moverme y buscar el cuerpo de la castaña.
No podía dormir sin Amélie a mi lado.
Joder, estaba arruinado.
Pasé más de tres horas tratando de conciliar el sueño luego de haber pasado cuatro horas de vuelo, realmente necesitaba descansar y no lo logré hasta que hice videollamada con la ojiverde y terminé quedándome dormido durante la comunicación.
Ella apenas estaba aterrizando, pero aun así se mantuvo hablando conmigo hasta que me vio profundamente adormecido, —¿Hola?— descolgó la videoconferencia.
—Hola nena— la saludé.
—¿Qué haces despierto? Mañana tienes práctica Lando— me reprendió.
—No puedo dormir— fui sincero— Me hace falta el calor de tu cuerpo.
—Gracias al cielo que tengo audífonos porque si no todos hubieran escuchado eso— mencionó y aquello me hizo reír fuertemente—¿Hace mucho llegaste?— preguntó curiosa.
Prendí la pequeña linterna que había cerca de la cama para que me viera mejor, —Aproximadamente unas cinco horas desde que vine y llevo como tres sin poder dormir— le conté.
—Parece que no puedes vivir sin mí— bromeó a la vez que se subía a un auto, seguramente un taxi o Uber.
—Probablemente, me has arruinado— me uní a su burla.
En algún punto tenía razón.
—¿Qué hora es allá?— pregunté luego de un rato en silencio.
—Nueve de la mañana, ¿y en Austria?
—Cinco de la mañana— ella abrió muy grande sus ojos y supe que me iba a regañar de nuevo por no haber dormido.
—¿Y a qué hora es la práctica?, ¿No te regañaron por no asistir a la rueda de prensa?— preguntó preocupada.
—A las once y media, por lo que tengo bastante tiempo para dormir. Y no, solo me pidieron que no lo volviera a hacer— respondí todas sus preguntas y cuando lo hice su cara pareció tranquilizarse—. ¿Irás a trabajar hoy?
—Sí, debo. Aunque no quiero— me contó en medio de un bostezo— Probablemente siga en la oficina cuando sea la práctica, pero prometo verte en la segunda.
—Dudo mucho que podamos rendir bien los dos en nuestro trabajo hoy— le comenté a la vez que salía también un bostezo de mi boca.
—Creo que ahora sí ya me dio suficiente sueño para dormir— hablé luego de un rato donde estuvimos en silencio, ya que ella hablaba con el conductor del auto, dándole la dirección de su torre de apartamentos.
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Leclerc's | Fórmula 1 ▪️ Lando Norris |
FanfictionCOMPLETA Libro 1 de la trilogía F1 "Un Beso" Años después de la muerte de Hervé Leclerc su familia se enfrenta a un nuevo reto cuando se enteran de que existe una hermana más, fuera del matrimonio de sus padres, de apellido Leclerc. Yendo al Gran Pr...