COMPLETA
Libro 1 de la trilogía F1 "Un Beso"
Años después de la muerte de Hervé Leclerc su familia se enfrenta a un nuevo reto cuando se enteran de que existe una hermana más, fuera del matrimonio de sus padres, de apellido Leclerc.
Yendo al Gran Pr...
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Óye, Mariano's on his way He told me that the man of my dreams would be just out of reach
Amélie
Finalmente, era martes y nos estábamos arreglando para poder ir a la iglesia para luego asistir a la celebración de la boda de una muy buena amiga de mi infancia. Marylee estudió conmigo en el pre kínder y fuimos bastante amigas durante los siguientes años, nos distanciamos un poco cuando yo comencé a tener los problemas en la preparatoria, pero volvimos a hablar de nuevo cuando ingrese a la universidad en Miami y ella se vino a España para estudiar su sueño, periodismo deportivo.
Estaba segura de que cuando viera entrar a Lando a su boda estaría muy feliz, ya que al estudiar ese tipo de carreras conoces mucho el mundo en el que Lando se rodea, así que en sí era una sorpresa que el británico llegará. Marylee simplemente sabía que llevaría a una pareja, pero no exactamente quién.
Me encontraba tratando de hacer algún recogido en mi pelo por el calor que hacía, pero me era imposible y ya me estaba estresando, —¿Y si me voy con el pelo suelto?— le pregunté a Lando saliendo del cuarto de baño para mostrarle el desastre que hice con mi cabello.
—¿Todavía tenemos tiempo?— cuestiono curioso, sin prestarle atención a mi pregunta.
—Si, todavía falta casi una hora para que debamos estar ahí, pero igual no necesito mucho tiempo para terminar de arreglarme. Solo responde, ¿suelto o recogido?— insistí.
Todavía me faltaba maquillarme y cambiarme. Habíamos venido temprano del vuelo de Francia, pero casi que todo el día pasamos durmiendo de lo cansados que estábamos los dos y un rato en la piscina del hotel por lo que se me fue la hora y probablemente llegaríamos un poquito tarde.
—No te estreses— ay como si eso fuera a quitármelo—. Llamaré a Carlos para que le pida a Isa que manden una estilista, relájate.
—Lando yo me puedo poner linda sola, no necesito una profesional— rodó los ojos ante mi comentario y tomó su celular para llamar al español.
No pasaron ni diez minutos y ya tenía a dos estilistas en mi habitación, una maquillándome y otra peinándome. Norris se había metido a bañar para dejarme el cuarto solamente y él también arreglarse tranquilo.
Terminé poniéndome un vestido largo azul marino con el escote en forma de V y la espalda la tenía al descubierto únicamente con unas pequeñas tiras entrelazadas en esta, era sencillo pero perfecto para la ocasión. Mi peinado eran unas trenzas en mi cuero cabelludo y lo demás suelto con ondas, y mi maquillaje era en tonos nudes, al natural.
Lando salió del cuarto de baño ya vestido con un pantalón de vestir negro, el saco del mismo color, una camisa blanca y una corbata azul marino. Sin darnos cuenta él había combinado su prenda de adorno del mismo color que mi vestido, haciendo que nos viéramos cómo una pareja increíble, pero claramente Lando iba a sobresalir en esta fiesta porque se miraba como todo un dios griego y pues era él.
