COMPLETA
Libro 1 de la trilogía F1 "Un Beso"
Años después de la muerte de Hervé Leclerc su familia se enfrenta a un nuevo reto cuando se enteran de que existe una hermana más, fuera del matrimonio de sus padres, de apellido Leclerc.
Yendo al Gran Pr...
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Advertencia: Este capítulo puede contener temas delicados, si no te gustan puedes saltártelo.
Lando Norris
Se suponía que estas dos semanas antes del último gran premio serían para descansar y prepararme completamente para dar lo mejor que pueda hasta el final, pero parecía que hoy no iba a poder hacerlo.
Había decidido hacer un stream en Twitch con Max hasta muy tarde, tal vez me fui a acostar a las once de la noche y mi sueño fue interrumpido unas cuantas horas después.
Recibí una llamada a las dos de la mañana de un número desconocido. No sabía si contestar o no porque era de mi país y yo estaba acá, pero de una ciudad diferente, así que al ver que no era exactamente del mismo lugar en el que estaba me preocupe más.
No conocía a nadie que viviera en Brackley.
O eso creía hasta que contesté.
—¿Aló? — descolgué la llamada.
Pude escuchar del otro lado miles de ruidos, sobre todo música y voces por lo que deduje que era alguien en una fiesta —¿Quién habla? — volví a hablar cuando no escuchaba lo que me decían.
—¡Lando! — una voz pastosa se oyó finalmente.
—¿Quién eres? — pregunté de nuevo todavía medio dormido.
—¿En serio no me reconoces?
Nada más sabía que era una chica y que llevaba muchas copas por encima porque casi ni podía articular bien las palabras, — No, ¿quién habla? Si no lo dices colgaré — me molestó que no dijera quien era e interrumpiera mi sueño por chorradas.
—¡Soy Amélie!
Mierda.
No quería hablar con ella ahora.
La última vez que la vi me llevé una gran decepción de quien pensaba que conocía.
Me había mentido miles de veces diciendo cosas que no había hecho y nada más para crear un odio de parte de su familia hacia mí. Yo no había hecho nada y ella estaba loca, inventándose cosas nada más para mantenerme alejado de ella.
Pero ahora me estaba llamando a las dos de la mañana con una borrachera por encima.
—¿Qué necesitas? Estás borracha, ¿verdad? — pregunté con enojo.
— Un poquito — comenzó a carcajearse con su típica risita — Pero mira la foto que te enviaré — mencionó todavía más divertida.
Hice lo que me pidió y revisé el mensaje que envió.
Era nada más y nada menos que un "fuck you" hecho con cocaína.
—¿Qué mierda Amélie? ¿Te estás metiendo esa basura? — le cuestioné más enojado.
