Amélie
Había tomado una decisión.
Finalmente, iría a aceptar el apellido de mi padre. Probablemente, estuviera tomándola a último momento, ya que Arthur mencionó que tenía hasta el verano, pero debía pensarlo todo y no era algo fácil de decidir.
Hace unos días le hice entender a Lando que lo hacía poniéndole ese apellido a nuestro perro, y ahora debía hacerle saber a Charles. Sin embargo, no quería hablar con él, por el hecho de que terminaría hablando de lo sucedido con Lucy, la cual tal vez hoy en la sesión de fotos.
Después de hacer mi rutina diaria de ejercicios y luego salir a correr con Monako, ya adaptado a esto, le mande un mensaje a mi medio hermano mientras preparaba el desayuno para Lando y yo.
— Necesitamos hablar. Dime si puedes hacer una llamada.
Él me respondió a los minutos un poco tajante, — Si no es algo muy importante mándalo por mensaje.
Cuando leí aquello decidí ponerme a la defensiva como él lo estaba haciendo.
— Me parece que hablar de lo que hiciste con Lucy en Hungría y mi decisión final respecto al testamento si es relevante.
Me dejó en visto y supuse que realmente no le importaba su infidelidad ni mucho menos si quería ser parte de su familia o no.
Terminé de preparar los panqueques y junto a Monako fuimos a despertar a Lando. Eran alrededor de las diez de la mañana y él seguía profundamente dormido, ni siquiera le afectaba que Monako durmiera con nosotros y se moviera cada rato.
El cachorro ya se había acostumbrado un poco a nuestro día a día, aprendió también que debía hacer sus necesidades hasta que lo sacáramos a pasear o en los pads. Ayer Lando había traído un jardín sintético para que no tuviera que aguantar y pudiera hacer ahí, pero ahora debíamos enseñarle que también podía hacer en esa grama.
— Cariño despierta — susurré mientras me acostaba a su lado y acariciaba sus rizos despeinados.
Él se removió en la cama y me hizo espacio para qué me acostará a su lado, eso significaba que quería dormir otro rato, pero juntos o que lo despertará con más cariñitos.
— Te estás volviendo mimado, señor Norris — le dije entre una pequeña risita a la vez que recostaba mi cabeza en su pecho y él dejaba un beso en mi cabello.
Lando me proporcionaba una paz increíble y me estaba enamorando del británico al tenerlo todos los días a mi lado.
Probablemente, me terminé quedando dormida por otro rato porque cuando desperté Lando ya no estaba a mi lado. Así que salí y lo vi sentado en el comedor comiendo los panqueques que había preparado hace un rato.
—Me has dejado, ¿verdad? — pregunté a la vez que tomaba café en una taza.
Movió la cabeza afirmando, se encontraba muy concentrado en devorar la comida. En estos días me había dado cuenta de que a pesar de que fuera un piloto de la fórmula uno comía el doble de lo que una persona como yo se alimentaba y eso que a mí me gustaba muchísimo comer cualquier cosa, sobre todo comida chatarra.
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Leclerc's | Fórmula 1 ▪️ Lando Norris |
FanfictionCOMPLETA Libro 1 de la trilogía F1 "Un Beso" Años después de la muerte de Hervé Leclerc su familia se enfrenta a un nuevo reto cuando se enteran de que existe una hermana más, fuera del matrimonio de sus padres, de apellido Leclerc. Yendo al Gran Pr...