Leclerc's | Fórmula 1 ▪️ Lando Norris |

(22) Tesis

Amélie

Estaba de nuevo en Miami, ya que mañana era mi entrega de la tesis y estaba muy nerviosa, me había preparado un poco durante todo este tiempo, pero no lo suficiente para sentirme completamente preparada para ir y presentar aquello a lo que tuve que haberme enfocado desde que terminé las clases.

Lando se había ido a Woking, por el hecho de que debía practicar en los simuladores para el Gran Premio de Hungría, probablemente lo fuera a ver hasta en agosto luego de esta carrera si es que los dos nos logramos organizar con nuestros trabajos, sobre todo yo, y poder pasar tiempo juntos.

Luego de que mi jefe me amenazó con despedirme tome la decisión de no viajar más por un tiempo, realmente necesitaba este trabajo para poder salir adelante y llegar a alcanzar mi puesto soñado.

Desde mi tercer año de la universidad tuve un sueño que era trabajar en algún puesto de la fórmula uno o al menos estar en el deporte del motor, era algo complicado al haber ya comenzado a estudiar derecho y que no fuera algo muy relacionado, pero igual no perdía la esperanza de que algún día pudiera estar en ese mundo.

Lo que jamás imaginé fue que fuera más rápido de lo pensado y no como realmente deseaba..

Debía obligarme a alejar todos esos pensamientos ahora porque necesitaba concentrarme en terminar de preparar mi trabajo final, sin él no me sería posible recibir mi título y menos ser una buena abogada para el mundo. Había escogido uno de los temas más difíciles por boba, pero por suerte ya solo me faltaban escribir las conclusiones junto a la biografía y la defensa final.

A pesar de que me faltara poco yo me sentía completamente cansada por tanto viaje que tuve en estos últimos meses, y para rematar estaba en mis días así que sentía todo el doble y hasta me encontraba muchísimo más sensible de lo normal y no paraba de llorar cada diez minutos reprochándome por haber dejado esto a última hora.

Lo peor de todo es que Héctor, mi padrastro, me había quitado el celular dizque para que no me distrajera y terminará bien el trabajo, pero yo nada más necesitaba hablar con Lando en estos momentos para poder tranquilizarme.

Sentía que en cualquier momento tendría un ataque de pánico por el miedo que sentía que al saber que toda mi carrera dependía de esto y necesitaba poder pasarlo para finalmente graduarme y que el año que fui adelantada, por tener los conocimientos de personas mayores, en el colegio valiera la pena.

—¡Héctor, devuélvemelo por favor!— le grité desde mi habitación en su casa mientras que las lágrimas volvían a salir de mis ojos.

Mi madre entró al cuarto queriendo tranquilizarme, — Hija, ven. Vamos a dar una vuelta para que estés relajada y puedas seguir — ella le preocupaba que mi mezcla de emociones llegará a algo no bueno.

—Mami no, dile que me lo dé — le supliqué para que convenciera a su esposo — Ya es tarde y luego no podré hablar con él.

—Amélie, cariño, por un día que no hables con él no pasará nada.