(43) Testamento

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Amélie Leclerc

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Amélie Leclerc

Que asco se sentía tener que volver a Mónaco.

A cada rincón que iba me recordaba a él, sobre todo el apartamento de Charles.

Mi única razón de estar aquí era porque necesitaba recibir las propiedades que mi padre biológico me había dejado y también alejarme por completo de los paparazzi, ya que en esta ciudad no era tan común que fotografiarán a las celebridades por ser el lugar donde residen y es su privacidad.

Me gustaba mucho la ciudad, pero me traía de vuelta al momento en que lo conocí y todo lo que vivimos aquí.

Que triste era ver como Lando y yo nos habíamos llegado a conocer tanto en tan poco tiempo, nos contamos muchos secretos, nuestros miedos, las cosas que amamos y odiamos; lo sé todo de él y él sabe todo de mí, sin embargo, hemos terminado convirtiéndonos en dos completamente extraños de nuevo, fingiendo que no nos conociéramos, pero ahora con recuerdos.

Y esto lo decía porque no recibí ni unas gracias por aquella carta que le escribí al británico por su cumpleaños, aunque, bueno, no esperaba nada de esta al saber que él ya estaba con alguien más y esto solamente me confirmaba que era feliz con ella.

Me encontraba paseando por la casa de campo de los Leclerc's y observé como una chica pelinegra salía rápidamente de la habitación que según me habían comentado era la de Arthur. Creo haberla visto antes, pero no recordaba exactamente en donde y me era difícil distinguirla con la oscuridad de la noche.

La casa era bastante grande y mi concepto de hogar rural para pasar las vacaciones estaba muy errónea a lo que verdaderamente era este lugar, parecía un castillo, y lo más hermoso era que tenía un jardín enorme donde Mona estaba más que disfrutando de su libertad y también había un muelle que daba al mar Mediterráneo. Claramente, la vista era hermosa de donde lo vieras.

Parecía más una hacienda, a lo que ellos llamaban una simple casa, tenía cinco habitaciones con camas, otros tres cuartos, pero estos para asuntos del deporte o para jugar ajedrez o billar, dos cocinas, dos comedores enormes, un balcón en cada habitación y diversos cuartos de baño. Era todo demasiado grande y al parecer estaba a mi nombre, sin embargo, yo no pensaba quitarles la casa familiar de vacaciones solo por estar con mi nombre, a pesar de que ellos insistían que era mejor que yo la adaptará a mi manera y si quería podía vivir ahí. Obviamente, me negué, aunque no sería mala idea vivir en Mónaco y empezar de cero, pero para mis sentimientos sí que era una pésima idea.

Entre a una de las cocinas con comedor y me di cuenta de que Charles estaba conversando con Lucy por videollamada acerca del bebé. Ahora que lo pensaba, casi nunca hablaban de otra cosa que no fuera el posible hijo de mi medio hermano.

Tal vez nada más la estaba apoyando con el tema del embarazo y pues que el niño o niña este bien, pero realmente no la quiera para algo más.

Al menos estaba ayudándola, lo malo era que probablemente Lucy quisiera más que eso.

Leclerc's | Fórmula 1 ▪️ Lando Norris |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora