COMPLETA
Libro 1 de la trilogía F1 "Un Beso"
Años después de la muerte de Hervé Leclerc su familia se enfrenta a un nuevo reto cuando se enteran de que existe una hermana más, fuera del matrimonio de sus padres, de apellido Leclerc.
Yendo al Gran Pr...
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Amélie
Era viernes de nuevo y toda la semana en Mónaco había sido un tanto extraña.
Lando me había invitado al GP de Azerbaiyán y no pude decirle que no, a pesar de que mi vuelo para Miami estaba programado para el martes que viene.
Charles me escribió durante los días para saber si había leído el documento y que pensaba. Si lo había analizado y leído pero no creía que fuera lo mejor cambiarme mi apellido. Habíamos hecho una prueba de ADN el martes pasado pero nos daban los resultados hasta el lunes que viene, a mí parecer tenía una buena vida fuera del mundo de este deporte y no necesitaba ser una Leclerc para ser feliz. Prefería seguir siendo una aficionada que no le apasionaba tanto pero si le gustaba observarlo.
Se suponía que yo debía regresar a mi ciudad para poder prepararme para mi tesis y trabajar, pero estos chicos habían cambiado drásticamente mis planes.
Me encontraba preparando con las chicas para ir a la playa con ellos, Liv y Lucy todavía no sabían que me quedaría aquí para luego viajar a Azerbaiyán porque si les decía querrían venir conmigo y no era conveniente que tres personas, jamás vistas antes, estuvieran en el garaje de McLaren. Por lo que, he estado guardando el secreto de que iré a la próxima carrera y que soy una Leclerc.
El hotel de los pilotos tenía la ventaja que estaba a la orilla del mar, así que no habría ningún problema para entrar y menos paparazzis. Solo esperaba que Olivia no hiciera lo mismo del casino porque sino todos sabrían que comenzábamos a convivir más con ellos.
Se suponía que iban a mandar a un chofer por nosotras a las ocho de la mañana, pero ya eran las nueve y nadie había llegado.
—¿Estás segura que nos invitaron?— pregunto por quinta vez Lucia—. Las fotos que han publicado dicen que ya están en el mar— de eso ya me había dado cuenta yo en las redes, no necesitaba que me lo mostrara.
—¡Que sí! Charles me escribió anoche preguntando si queríamos ir, hasta les mostré la conversación no entiendo porque dudas— volví a repetirle la misma respuesta que las veces anteriores.
—¿Y no puedes llamarlo?—sugirió Olivia.
—Ya la escribí, sería muy intenso de mi parte llamarle— hable con hastío.
—Yo sugiero que vayamos por nuestra cuenta y si nos los encontramos pues los ignorarnos por dejarnos plantadas— no era una mala idea la de Lucía.
Ya las tres nos encontrábamos listas con los bikinis puestos debajo de las salidas de baño. No iríamos a desperdiciar el habernos despertado temprano y arreglado solo porque no mandaron a nadie por nosotras.
—Me parece una buena idea. Pediré un taxi para llegar más rápido— me dispuse a sacar mi celular para llamar a la compañía pero Olivia me interrumpió.
