Capítulo 236

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Kirito

Desperté antes de que sonara el despertador, hoy mi castaña favorita cumplía veintiocho años y, aunque debía irme a trabajar, quería dejarle preparada una sorpresa para cuando se despertara. Me levanté de la cama con cuidado, pues tenía a mi esposa rodeando mi cuerpo, y me dirigí a la cocina. Preparé el desayuno al completo y se lo dejé sobre la mesa junto a un ramo de flores y una nota que decía "feliz cumpleaños al amor de mi vida, por seguir viéndote cumplir todos tus sueños. Te amo, que tengas un gran día y nos vemos a la noche para celebrarlo". También dejé uno de sus regalos junto a la taza de café, le había comprado su perfume favorito aunque el regalo bueno se lo daría esta noche, que la invitaría a cenar al lugar donde tuvimos nuestra primera cita.

Terminé de preparar todo, me vestí y me marché a mi trabajo dado que hoy tendríamos una reunión a primera hora para aprobar nuevos presupuestos para invertir en el nervegear y en la sede de Kyoto. Llegué a RECT y ya estaba mi cuñado esperándome.

- Buenos días - sonrió Kou - a juzgar por tu sonrisa hoy estás de celebración.

- ¿En serio? - pregunté arqueando una ceja - ¿no sabes qué día es hoy? - el castaño se quedó un momento procesando la información y miró la fecha en su móvil.

- Es el cumpleaños de Asuna - recordó - imagino que Yuuki no ha sido igual de despistada que yo y le habrá comprado un regalo o algo. Desde que he vuelto de la luna de miel estoy algo perdido con todo, hay demasiado trabajo...

- Pues imagínate si no hubiera estado aquí yo, tendrías todavía más faena porque fueron unas semanas bastante complicadas, los socios no dejaban de incordiar y algunas empresas querían ampliarnos el tiempo de entrega de algunas piezas. Había días que llegaba a casa y no podía ver ni a Asuna ni a Dai porque ya estaban durmiendo. Lo que peor llevaba era cuando tu hermana tenía guardia pues Dai ese día dormía en casa de mis padres o de los tuyos.

- Gracias por todo, Kazu, de verdad - sonrió - tengo una gran mano derecha en ti y, como premio, cuando acabemos la reunión eres libre para pasar el día con mi hermana y con tu hijo, te lo has ganado.

- Muchas gracias, Kou. Sé que les encantará a los dos pasar el día conmigo. Primero, eso sí, vamos a patearle el culo a los inversores y a conseguir lo que buscamos - mi cuñado asintió y chocamos nuestras manos. Entramos a la sala de reuniones y después de tres horas y media, conseguimos el acuerdo y aprobamos la ampliación de capital para llevar a cabo la producción del nervegear y la creación de la sede de Kyoto. Conforme terminamos salimos del despacho y yo me marché a mi coche. Llamé de camino a Yuuki.

- ¿Ha pasado algo? - me preguntó - es muy raro que me llames a estas horas.

- No, todo está bien - respondí - solo te llamaba por si sabías el turno que tiene hoy Asuna.

- ¿Qué clase de marido no sabe el turno que tiene su esposa y madre de su hijo? - cuestionó - y más en el día de su cumpleaños.

- Bueno, pero lo sabes o no - dije - creo que tienes demasiado tiempo libre, deberías buscarte un trabajo de verdad, cuidar de nuestro hijo no es suficiente para ti.

- Sí que lo sé - respondió - pero después del ataque tan gratuito que me has lanzado no debería decírtelo pero como soy buena persona, lo haré aunque no lo merezcas. Hoy le toca quirófano por lo que acabará sobre la una - miré el reloj del coche, eran las doce.

- Perfecto - asentí - pues enseguida nos vemos, ¿estás cuidando tú de Dai hoy o mi madre?

- Yo, tu madre tenía trabajo y no podía así que Asuna me llamó para que me quedara con él.

Desde que te vi, Kirito y Asuna. Parte 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora