Desde que te vi, Kirito y Asuna. Parte 2

Capítulo 180

Kirito

Estaba conduciendo hasta el Dicey, donde estarían nuestros amigos para celebrar con nosotros que, dentro de unos meses, seríamos uno más en mi casa. Me hizo muy feliz recibir la noticia de que mi esposa estaba embarazada, parecía un sueño del que no quería despertar. Habíamos sufrido tanto por conseguir quedarnos embarazados y derramado tantas lágrimas viendo los test negativos que, ahora que había llegado el momento, no sabía muy bien cómo tomarme todo. Estaba asustado de no ser un buen padre.

Entramos al pub y, conforme nos vieron todos, se levantaron a abrazarnos. Los primeros fueron Kou y mi hermana, que estaban llorando de emoción.

- Enhorabuena - nos dijeron - vais a ser unos padres maravillosos.

- Muchas gracias - sonreímos sin poder evitar las lágrimas.

Sugu abrazó a Asuna y no apartó sus manos del vientre de mi esposa. Asuna parecía encantada y puso las manos sobre las de mi hermana.

- ¡Qué emoción! - dijo Sugu - pero aún no tienes barriga - sonrió.

- Todavía falta un poco - respondió Asuna - ya verás que, dentro de poco, empieza a crecer - Sugu se arrodilló para estar a la altura de la barriga de mi esposa.

- Hola, sobrino, soy tu tía Sugu - sonrió - y, aunque aún seas muy pequeño, te iré hablando cada día para que reconozcas mi voz nada más nacer - besó el vientre. Asuna estaba emocionada.

Tras Sugu y Kou vinieron nuestros amigos, Eugeo, al estar al tanto, parecía que estaba más emocionado que ninguno pues él sabía por todo lo que habíamos pasado para llegar hasta este día. Yuuki y Alice le dejaron ir primero ya que comprendían que él era quien había pasado a mi lado los peores momentos de mi vida y que, para mi amigo, Asuna era como una hermana.

- Por fin lo lograsteis - nos abrazó - estoy muy contento por los dos - sonrió y se puso a llorar - sé lo mucho que habéis peleado, llorado y buscado a este bebé por lo que no puedo estar más feliz por los dos.

- Muchas gracias, amigo - lo abracé - tenía muchas ganas de compartir esta noticia contigo antes que con nadie.

- Y así ha sido - rió - Asuna me lo dijo para sacarte del despacho y, desde entonces, no he dejado de llorar.

- Me da miedo cuando os ponéis de acuerdo - sonreí - pero me ha encantado la sorpresa. Me gusta mucho ver que mi mejor amigo y mi esposa se llevan así de bien.

- ¿Quieres sentir a tu sobrino? - le preguntó Asuna y Eugeo se quedó completamente en silencio - no muerdo - rió - y no me vas a hacer daño, como ves, todavía no se nota - se puso de perfil.

- ¿En serio puedo tocarlo? - preguntó tímidamente.

- Tarde o temprano lo tendrás que hacer - reí - porque tendrás que llevarlo al parque y jugar a la pelota o a lo que sea.

Mi esposa asintió y, con mi ayuda, cogió la mano de Eugeo y se la puso sobre la barriga. Mi mejor amigo, inmediatamente, se puso a llorar desconsoladamente.

- Es mi primer sobrino - dijo - esto es muy bonito.

Sin poder evitarlo mucho, Asuna y yo nos emocionamos al ver la reacción de Eugeo, él estaba feliz de ver que había conseguido a la chica de mis sueños y estaba comenzando a formar una familia. Sé que en este momento a mi mejor amigo se le pasó por la mente la vez que intenté quitarme la vida y por eso estaba tan emocionado pues había conseguido reponerme de aquello. Mientras Eugeo estaba con nosotros, se acercaron Alice y Yuuki a felicitarnos. Yuuki se abrazó a Asuna efusivamente.

- Ten cuidado, Yuuki - le reproché - que ahora Asuna no está para que seáis tan efusivas.

- No empieces a ponerte sobreprotector - me sacó la lengua - que estará bien. Además, me alegro mucho por ella, por los dos, más bien, porque sé las ganas que tenía de tener un hijo y por fin lo ha conseguido.