Capítulo 213

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Kirito

Desperté al cabo de un rato bien largo, me estaba agitando Eugeo. Cuando bajé al salón, me sorprendió ver a mi hermana, que tenía a Dai entre sus brazos. Fui corriendo a saludarla ya que desde que había nacido nuestro hijo no había vuelto a verla.

- ¿Qué haces aquí? - le pregunté.

- Tú dirás - sonrió - tu hijo y mi sobrino cumple su primer mes de vida hoy, sería muy mala tía si no viniera a felicitarlo.

- ¿No tendrás problemas en el trabajo?

- No porque hoy tenía libre, así que no pasa nada - me abrazó y me miró de arriba a abajo - vaya, hermanito, nunca te había visto tan feliz. Me alegra muchísimo verte así.

- Bueno, Asuna y Dai tienen toda la culpa - sonreí - nunca antes en mi vida había dormido tan poco y me había sentido tan completo.

- Estoy muy contenta por los dos, os merecíais algo así.

- Gracias - la abracé - por cierto, ¿y Asuna?

- Aquí - me respondió mi hermosa esposa a mis espaldas - al parecer me he dormido con Dai en brazos y cuando ha empezado a tener hambre, entre Yuuki y tu hermana se han encargado de él y me han dejado dormir hasta ahora que me han despertado - sonrió mientras me abrazaba por detrás.

- Sentimos haberos despertado pero es que queremos pasar este día con vosotros y Dai.

- Además, Yuuki no sabe cuidar de un bebé - puntualizó mi hermana - he tenido que llamar a mamá para que nos dijera cuánto tiempo calentar la leche. Me preguntaba todo a mí, como si tuviera experiencia - rió.

- ¿Así quieres cuidar de tu propio hijo el día de mañana? - le pregunté a la mejor amiga de mi mujer - mejor aún, ¿así vas a cuidar de Dai el día que nosotros estemos ocupados? - me di la vuelta y miré a Asuna - ya te advertí que no era la mejor elección de madrina, que iba a cargarse a nuestro hijo. Menos mal que estaba Sugu porque si no...

- Eres idiota - Yuuki me dio una colleja - no tienes narices de decirme nada de eso a la cara. Soy la mejor madrina del mundo, y lo sabes.

- Por eso habéis tenido que llamar a mi madre, ¿no? - pregunté sonriendo provocativamente - porque sabías a qué temperatura se toma el biberón tu ahijado.

- Desde que has sido padre eres más tonto todavía - respondió la morena - solo espero que no sea hereditario porque me apiado de Dai sino...

- Al menos sé cuánto se calienta el biberón para que coma - le saqué la lengua - no como otras.

- Asuna, dile algo a tu esposo.

- Yo no me meto donde no me llaman - respondió mi esposa apartándose de nosotros dos - me voy con Dai, Sugu y los rubios - se sentó en el sofá. Yuuki fue a abrir la boca pero el sonido de su teléfono lo evitó.

- Salvado por la campana, Kirigaya - me dijo mientras sacaba su móvil de un bolsillo - pero no creas que has ganado. Ya retomaremos esta conversación.

- Tengo mucha vida por delante para ello - sonreí - y pienso ganar la conversación - provoqué.

Yuuki se apartó para responder y fui a darle un beso en la frente a mi hijo, que abrió los ojos y me miró.

- En nada está reclamando comida - dije en voz alta - se le nota - sonreí y se lo cogí a mi hermana de los brazos - hola bollito de papá, ya te me haces mayor, hoy ya cumples un mesecito - lo besé.

Asuna se levantó y dio un beso en la frente a Dai y a mí me abrazó, no nos dimos mucha cuenta de que estábamos siendo fotografiados por mi hermana. Yuuki volvió al cabo de un rato.

Desde que te vi, Kirito y Asuna. Parte 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora