Desde que te vi, Kirito y Asuna. Parte 2

Capítulo 251

Kirito

El viaje de vuelta a Tokio se me estaba haciendo demasiado largo, el tren se había estropeado y había parado a mitad de camino, eso sumado a mi preocupación por lo que le pudiera ocurrir a Dai y el estado de Asuna hacía que estuviera muy nervioso. Ahora mismo el dolor que sentía en la clavícula era lo de menos, quería estar cuanto antes con mi familia.

- Voy a llamar a Asuna - dije mientras esperábamos a ser cambiados de tren para volver a la capital - aún no he hablado con ella y estará preocupada.

- Está bastante furiosa, así que mide tus palabras porque puede mandarte a la mierda en cualquier momento - respondió mi cuñado - he hablado con ella mientras a ti te hacían pruebas y me ha colgado.

- Tranquilo, sé bastante bien como tratar a mi esposa - sonreí y me llevé la mano a la zona que tenía rota.

- ¿Te duele? - se preocupó Kou - ¿te doy una de las medicinas que te han recetado? - negué con la cabeza.

- Aún no - respondí - me duele mucho pero si tienen que cambiarnos de tren tengo que estar despierto - Kou asintió y me dio mi teléfono. Marqué el número del amor de mi vida y esperé a que respondiera.

- Por fin das señales de vida - efectivamente, estaba furiosa - he tenido que saber lo que tenías metiéndome en tu historial clínico. No sé a qué esperabas para llamarme, me tenías preocupada - se rompió a llorar - he tenido mucho miedo, entre Dai, tú allí... no sabía qué hacer - eso era lo que le pasaba, no estaba furiosa, estaba preocupada pero lo camuflaba con enfado para no parecer débil.

- Estoy bien - mentí - no te preocupes.

- Bien no estás, tienen que ponerte doce tornillos de titanio en el cuerpo. Eso no es estar bien, no me mientas.

- Lo sé, pero quiero que estés tranquila - sonreí - no te he llamado porque hasta hace nada he estado medio adormilado por los calmantes y ahora estoy despertando un poco por lo que he pensado que era el momento.

- ¿Cómo estás? ¿Te duele mucho? - se preocupó.

- Estoy bien, muy dolorido pero bueno, veo la cara de tu hermano y me alivia un poco el dolor - reí.

- No es para reírse - me interrumpió - ¿qué le ha pasado a mi hermano?

- Se ha partido la cara con Tetsu por defenderme - expliqué - tiene un ojo morado, varios puntos en la ceja porque se la ha partido y varios golpes.

- Espero que hayáis aprendido de una vez por todas la lección - me dijo.

- Sí, Tetsu ya es historia - respondió Kou por mí - he comprendido que no me hace ningún bien y no quiero saber nada más de él.

- ¿Cómo está Dai? - pregunté antes de que ambos hermanos Yuuki discutieran o mi esposa le dijera algo desagradable a mi cuñado, pues ya tenía suficiente con tener la cara hecha un cuadro.

- Está bien, durmiendo - contestó - ahora después iré yo a buscaros y Yuuki se quedará con él en casa. Te llevaré al hospital y, según quedemos, veré qué hacemos con Dai.

- Pero ¿qué le ocurría?

- Tiene un virus estomacal, por eso vomitaba y tenía tanta diarrea. También es lo que le ha causado la fiebre.

- Podrías haberme dicho algo esta mañana, hubiera cogido el tren sin dudarlo para estar allí con vosotros.

- No hubiera sido mala idea teniendo en cuenta como has acabado - esa me la merecía - pero pensé que estabas allí trabajando y no quería molestarte.