Kirito
Habían pasado dos días desde mi operación, en los cuales mi esposa no se había separado de mi lado para nada pues le habían dado unas semanas libres para poder ayudarme con todo lo que necesitara. Durante ese tiempo había recibido multitud de visitas pero, sin duda alguna, la que más ilusión me hacía era la de mi hijo aunque luego la despedida se hacía dura pero adoraba cada vez que Kyouko traía a Dai para que nos viéramos un rato. Por suerte, hoy me marcharía a casa y podría estar todo el día tanto con mi hijo como con mi esposa, que estaba recogiendo todo para poder marcharnos.
- Siéntate un rato - dije - no has parado desde que me han dado el alta y te recuerdo que estás emb... - no me dejó terminar pues esa palabra la tenía censurada en el hospital - enferma - corregí - al final te harás daño. Dime en qué puedo ayudarte.
- En nada - me respondió el amor de mi vida - porque ya he acabado - sonrió y se acercó a darme un beso pero se detuvo a medio camino y se llevó la mano a la boca.
- ¿Una náusea? - pregunté aunque ya sabía la respuesta. Mi castaña asintió y salió corriendo al baño, volvió al cabo de un rato - lo dicho, tienes que relajarte.
- Que sí, tranquilo que yo estoy bien - me besó - venga, ya tengo todo recogido. Vámonos a por Dai y pasemos el día juntos que esta noche hemos quedado con nuestros amigos para ir al Dicey.
- ¿Era en serio lo de salir una noche sin Dai? - pregunté sorprendido - pensaba que era como otros tantos planes que se hablan pero nunca se llevan a cabo.
- Si tú fuiste el primero en darle la razón a Eugeo, no sé de qué te sorprendes de que quedemos.
- Todavía estaría bajo los efectos de la anestesia porque no lo recuerdo - reí - bueno, vamos a ver a Dai, que tengo ganas de cogerlo en brazos - mi persona favorita arqueó una ceja - ¿qué?
- ¿Has olvidado lo que te acaba de decir el médico? - me preguntó - nada de cargar peso hasta dentro de un par de semanas que comenzarás con la rehabilitación.
- Pero Dai... - miré al suelo - necesito tenerlo en brazos.
- Lo sé y lo tendrás - me besó - pero no quiero que te hagas mucho el loco y no te recuperes bien. Quiero que estés perfecto para cuando llegue el momento - acarició su barriga sonriente, sabía a lo que se refería.
- No te preocupes, que cuando ese día llegue estaré totalmente recuperado - la besé.
Salimos de la habitación y caminamos hacia el coche de mi esposa, que condujo hasta la mansión de sus padres. Kyouko nos abrió la puerta y tenía a Dai entre sus brazos.
- Menos mal que llegáis - suspiró y Dai alargó los brazos hacia mi esposa - estaba intentando darle de comer y no había manera, solo quería estar con mamá - sonrió y besó la frente de su hija - ¿qué tal estás? - me miró.
- No tan bien como tú, abuela - le guiñé un ojo pues mi suegra estaba pletórica de felicidad desde que se había enterado que sería abuela por partida doble.
- Estoy contenta, la verdad - confirmó - pero podíais haberos puesto de acuerdo para que los tuvierais más repartidos, no tan seguidos porque me voy a volver loca - rió.
- El nuestro fue un accidente, así que... - respondió mi esposa - voy a darle la comida que está hambriento - se marchó al comedor para darle de comer a nuestro hijo, nosotros la seguimos.
- ¿Qué te ha dicho el médico? - se preocupó Kyouko.
- Pues nada, tengo que hacer reposo un par de semanas. Después me quitarán los puntos y empezaré con la rehabilitación. Aún así todavía tendré que llevar el brazo en cabestrillo durante una buena temporada.
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Desde que te vi, Kirito y Asuna. Parte 2
FanficSegunda parte del fic "desde que te vi" Los personajes no me pertenecen. Están basados en la novela de Reki Kahawara "Sword Art Online". La historia puede contener material adulto.