Capítulo 221

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Asuna

Dai se había metido movido esta noche y había pasado de su cuna a nuestra cama puesto que la cama y la cuna estaban al mismo nivel y unidas por lo que lo había hecho en señal de que tenía hambre y estaba apoyado sobre mi pecho buscando comida por lo que me quité la camiseta del pijama y comenzó a desayunar.

- Hola, cariño - le sonreí a mi hijo - tenías hambre, ¿no? Parece que ya estás algo mejor, me alegro - le besé en la frente.

Dai se revolvió dado que no le gustaba que le dieran muestras de cariño mientras comía. Una vez terminó le miré el pañal y me levanté a cambiarlo pues estaba mojado. Le cambié en su habitación y, al quedarse dormido en mis brazos, le dejé en su cuna y me volví a meter en la cama junto a mi esposo.

Desperté al cabo de un rato con los besos de mi marido sobre mi cuello mientras notaba como con una de sus manos acariciaba mi clítoris por lo que, a causa del placer, gemí.

- Buenos días - abrí los ojos sonriendo mientras buscaba los labios de mi marido para darle un beso, algo que él supo entender y se arrodilló sobre mi vagina para beber del líquido que salía de ella lo que me hizo gemir más todavía. Cogí un cojín para moderlo pues no podía gritar.

Cuando llegué al orgasmo con la boca y la lengua de mi esposo, éste abrió un condón, se lo coloqué con ayuda de mi boca. Kirito me colocó y me penetró. Movió sus caderas de tal manera que no podía dejar de moder el cojín ya que estaba dándome demasiado placer y, al cabo de un rato, llegamos al orgasmo.

- ¿Repetimos? - pregunté mordiéndome el labio. Kirito me besó y me lo mordió él, esa era una respuesta afirmativa por lo que me puse manos a la obra para animar su miembro, algo que conseguí enseguida.

Kirito me colocó sobre su pecho mientras que yo jugaba con su pene dentro de mi boca, él metió su lengua en mi interior. Cuando ambos habíamos considerado que habíamos gozado bastante, mi esposo se colocó otro preservativo, me situó sobre mis codos y mis rodillas y volvió a introducir su miembro dentro de mí. Mientras Kirito y yo practicábamos sexo mi móvil comenzó a vibrar pero lo ignoré dado que sabía que sería Yuuki. Al notar mi orgasmo próximo, no pude evitar soltar un grito ahogado, Kirito me acompañó lo que significaba que ambos habíamos llegado a nuestro éxtasis. Nos tumbamos sobre la cama mientras recuperábamos el aliento, miré mi móvil y tenía un mensaje de Yuuki.

- Mierda - dije levantándome rápidamente de la cama - llego media hora tarde - busqué algo en el armario para ponerme y me vestí rápidamente - hay un biberón para Dai, nada más, así que cuando se levante se lo das y venís a donde esté para cuando vuelva a tener hambre esté yo al lado.

- Vale - sonrió mi esposo - Eugeo me ha dicho que libraba hoy por lo que en un rato vendrá.

- Perfecto - le besé en los labios y salí de la habitación. Entré al cuarto de Dai y le di un beso en la frente para despedirme de él. Volví a decirle adiós a mi esposo y me marché en mi coche hasta donde estaba mi mejor amiga, que ya parecía nerviosa en la puerta de la tienda de vestidos, iba acompañada de Alice. Aparqué y bajé del coche, llegué corriendo hasta donde estaban ambas amigas mías.

- Llegas muy tarde - me dijo Yuuki según me vio - ¿ha pasado algo?

- No, solo no he podido ver el mensaje porque estaba ocupada en medio de algo - Alice y Yuuki me examinaron por al detalle y dieron con lo que había pasado.

- A la próxima que mantengas sexo con tu marido dile que no te bese con tanta pasión, te ha dejado una marca en el cuello. Y procura recordar que has quedado, no te entretengas como cuando tenías quince años, que ahora tienes un hijo al que atender - rió mi mejor amiga.

Desde que te vi, Kirito y Asuna. Parte 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora