Capítulo 196

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Kirito

Desperté con los pasos de Eugeo por toda la casa, miré la hora y vi que eran las nueve y media, lo que significaría que en dos horas y media se casaba con el amor de su vida. Me levanté y salí de la habitación.

- Perdón si te he despertado - sonrió mi mejor amigo - pero estoy muy nervioso, las manos me tiemblan mucho - me enseñó las manos, que estaban tiritando.

- No pasa nada - respondí - pero voy a tomarme un café antes que nada porque lo voy a necesitar.

Eugeo asintió y me pidió que preparara dos tazas. Nos sentamos en la mesa a tomárnoslo mientras venía Kou pues nos vestiríamos los tres juntos en el hogar de los rubios. Mi cuñado llegó antes de que nos termináramos el café por lo que le servimos una taza y se sentó con nosotros.

- Espero que estés con todos tus sentidos durante la ceremonia - me reí - porque te recuerdo que tú eres el próximo.

- Bueno, para ello tiene que nacer antes tu hijo por lo que, o fuerzas el nacimiento o, todavía, me quedan dos meses para ello.

- Ya veremos - reí - que el ginecólogo dice que es posible que venga antes de tiempo.

- Ojalá no porque ahí sí que tendré que mirar todo - rió - espero que mi sobrino o sobrina me quiera más que su padre y nazca en las fechas que toca.

- Veremos - le guiñé un ojo.

Mientras desayunábamos los tres se notaba que estábamos eufóricos y ansiosos, sobre todo el que sería el protagonista del día, que conforme llegaba el momento el temblor le había pasado de las manos al cuerpo entero. Aunque nadie lo podía culpar, después de todo hasta hace unos años solo podía imaginar que este momento llegara.

Habían pasado diez años desde que Eugeo, con ayuda mía, se declaró a Alice y le pidió que fueran algo más que amigos, pero siempre estuvo seguro y ahora agradecido de que fuera con la mujer de sus sueños, aquella que siempre ha visto por él y de quien se había enamorado en la guardería, el primer día que la vio, así como quien era su pareja desde los diecisiete años, pero sobre todo, era aquella que había aceptado pasar el resto de su vida junto a él. A pesar del tiempo que llevaban juntos, nunca hubiera jurado que acabarían casándose ya que tanto Eugeo como Alice en los últimos años evitaban hablar de matrimonio, siempre se excusaban diciendo que estaban bien así pero el día de nuestra boda les hizo darse cuenta que estaban seguros los dos de querer llevar su relación al siguiente nivel por lo que mi mejor amigo le hizo la gran pregunta a la mujer de sus sueños, su respuesta es la que nos ha traído a este día.

Cuando terminamos nuestros cafés, comenzamos a prepararnos ya que Asuna estaría aquí en una hora y media.

- ¿Puedes ayudarme a vestirme? - me preguntó mi mejor amigo cuando salí de la ducha - estoy algo nervioso y sé que me ayudarás a calmarme.

- Claro - sonreí - llevo calmando tus nervios desde que tenemos tres años, este día no iba a ser menos.

Entramos a la habitación y Eugeo comenzó a ponerse su traje mientras yo le ayudaba con todo. No dejaba de temblar y de sudar.

- Relájate - dije - e intenta dejar de sudar porque, a este ritmo, podremos llenar una piscina entera con tu sudor. O eso o acabaré llamando a Asuna para que te atienda porque estás empezando a empalidecer.

- A ver si me está dando... - empezó a decir, como le conocía preferí interrumpirlo.

- Deja de ser tan dramático - dije - no te está dando ningún infarto ni ningún paro cardiaco. Lo que tienes es un ataque de nervios. Desde que somos pequeños siempre has sido el dramático de los dos - esto era verdad ya que siempre acababa participando en las funciones de teatro del colegio - al final en vez de Yuyi te llamaré el princeso dramático - reímos ambos, lo que sirvió para que Eugeo rebajara la tensión.

Desde que te vi, Kirito y Asuna. Parte 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora