Capítulo 256.5

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Alice

Después de que Yuuki nos dijera que estaba embarazada, decidí hacerme pruebas pues Eugeo y yo llevábamos más tiempo intentándolo y no lo conseguíamos. Hablé con Asuna y me consiguió turno para esta misma mañana por lo que estábamos de camino al hospital en el que teníamos la cita.

- Estás muy callada, cariño, ¿estás bien? - me preguntó mi esposo, que iba al volante.

- No, estoy algo nerviosa... ¿y si tengo un problema para concebir? Cuando tuve el retraso en el instituto me dijeron que tenía un problema de ovarios pero que no sería inconveniente a la hora de buscar tener un hijo. Tú quieres ser padre, si yo soy el problema, vería lógico que pidieras el divoricio y conocieras a alguien que te haga realidad lo que deseas... - dije intentando no llorar.

- ¿Eres idiota? - alzó la voz mi rubio - a lo mejor el problema lo tengo yo. Ahora mismo me da igual tener un hijo o no tenerlo, me casé contigo porque tú eres lo que más quiero en este mundo. Ese era mi sueño y lo cumplí, lo demás no es tan importante. Además, si el problema lo tuviera yo y te dijera la tontería que acabas de decirme tú... ¿Qué harías?

- Me enfadaría y me ofendería - respondí - puedo aceptar no tener hijos pero no podría estar sin ti y más después de todo el tiempo que hemos pasado juntos y lo que hemos peleado y pasado.

- Pues ya sabes, yo digo lo mismo - sonrió - relajémonos y esperemos a ver qué nos dice la compañera de Asuna. A lo mejor nos recomienda lo mismo que a Kirito y a ella y todo queda en una tontería.

- No lo sé, ya veremos. No puedo hacerme ilusiones con algo que, quizá, no va a ser así. Kirito y Asuna se obsesionaron demasiado, las cosas como son. Sé que nosotros también pero hemos probado todo, incluso fines de semana de desconectar y no pensar y nada... No quiero ser negativa pero todo hace indicar a que hay un problema.

- Bueno, paso a paso. Primero vayamos a la consulta y esperemos a que nos den o nos digan algo. Después, cuando tengamos el veredicto, ya veremos qué hacemos.

- Sí, es la mejor opción.

Mi esposo continuó conduciendo por las calles de la capital nipona hasta que llegó al hospital en el que trabajaba nuestra amiga. Tenía miedo de encontrarme a mis amigos con Dai pues hoy Kirito recibiría el alta y se marchaba a casa. Mientras caminábamos hasta el hospital vimos a lo lejos a Kyouko, la madre de Asuna, junto a Dai. Aunque Eugeo tenía ganas de salir corriendo a saludar a su ahijado, aguantó las ganas por mí, sabía que al verlo junto a Dai a mí me hacía desear darle un hijo, algo que de momento no podía hacer.

- Si quieres ir a saludar a Dai, ve. No pasa nada, yo puedo esperar - le dije.

- No, no hace falta. Nos veremos esta noche en el Dicey, así que está bien - sonrió.

- Cielo, esta noche solo irán Asuna y Kirito... - añadí.

- No pasa nada, estará bien - asintió - venga, que llegamos tarde.

Asentí y caminé agarrada de su mano hasta la consulta donde nos había indicado mi amiga. Llegamos a la sala de espera y, tras indicarle a la enfermera que estábamos fuera, nos sentamos a aguardar que nos llamaran. Al cabo de unos veinte minutos salió la enfermera y nos llamó por lo que entramos y nos sentamos frente a la doctora.

- Buenos días - sonrió - aunque la doctora Yuuki me ha puesto más o menos al tanto de lo que les ocurre me gustaría que me cuenten ustedes su problema.

- Es doctora Kirigaya - corrigió mi marido y la mujer asintió.

- La costumbre, la he visto crecer por lo que aún no me hago a que es una mujer casada y ya con un hijo. Pero, ahora, quiero saber su problema - ambos asentimos.

Desde que te vi, Kirito y Asuna. Parte 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora