Capítulo 251.5

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Yuuki

Asuna, Dai y yo estábamos volviendo a Tokio después de haber pasado el fin de semana con nuestros maridos en Kyoto. El pequeño castaño, después del disgusto que había cogido por tener que despedirse de su padre, dormía plácidamente sobre el regazo de su madre.

- Cada día está más grande - sonreí viendo la escena de mi ahijado durmiendo sobre su madre - y se parece más a ti.

- Todos dicen lo mismo - respondió mirándolo - está creciendo demasiado rápido y no me gusta, ha pasado volando el año.

- No puedes decir que no recordabas cuando estabas embarazada porque lo estás - reí - un año has aguantado.

- No me lo recuerdes - me miró - tendríamos que haber sido responsables y haber usado protección. Nos dejamos llevar demasiado por la situación y no pensamos con la cabeza.

- ¿Cuándo habéis usado la cabeza en temas de sexo? - pregunté - desde que te conozco nunca la has usado, ha sido Alice la que te ha dicho en más de una ocasión que usaras protección o te tomaras las píldoras. Siempre habéis actuado como dos conejos en celo descerebrados, no es algo que fuera a cambiar con el paso de los años.

- Sinceramente no sé cómo haremos con dos bebés en casa - suspiró - estoy muy agotada y lo difícil no ha llegado todavía.

- Podrás con eso y más, exagerada - le di un beso en la mejilla. Era cierto que se la veía muy cansada pero era algo normal - todavía estás de tres meses, aún no se nota, y lo estás llevando muy bien.

- Ya vivirás tú la experiencia y me darás la razón - sonrió - es lo más bonito que te ocurre en la vida pero, a la vez, es agotador. Comes mucho, haces mucho pis y estás más cansada que de normal. Por no hablar de las náuseas, eso es un tema aparte...

- No sé si quieres animarme a tener un hijo o asustarme - reí tímidamente.

- Animarte - asintió - Dai es lo más bonito que me ha pasado en la vida. Kirito también, no me mal entiendas, pero es diferente. El día que seas madre, lo entenderás por ti misma.

Asentí y la animé a que descansara pues aún nos quedaba una hora para llegar a la capital del país y podía dormir algo, lo que agradeció profundamente. Mi mejor amiga cerró los ojos y yo miré por la ventanilla. Mientras observaba el paisaje a través del cristal recordé mi fin de semana.

Flashback

Nos habíamos despedido de la familia Kirigaya y mi esposo había conducido hasta nuestro hogar.

- Tengo una sorpresa para ti - me dijo - espero que te guste - sonrió y abrió la puerta de nuestro apartamento. Kou había decorado la casa con velas y pétalos de rosa. También había preparado la mesa con velas y había un ramo de flores sobre ésta - he preparado hasta la cena - estaba muy feliz - tenía muchas ganas de verte y de estar contigo por lo que quería sorprenderte de alguna manera. Sé que siempre has querido algo así y lo llevé a cabo - lo besé apasionadamente en los labios mientras buscaba la manera de quitarle la corbata y, después, la camisa - cielo, espera a que cierre la puerta - asentí y, una vez lo hizo, volví a la carga. Mi esposo sonrió y me cogió en brazos, como si fuera una princesa. Mientras nos besábamos Kou hizo el camino hacia el dormitorio, donde también había otra sorpresa, había hecho un corazón con los pétalos y dentro de éste había puesto nuestras iniciales con ellos. También había velas en las mesitas de noche y en algunas estanterías.

- Me encanta - sonreí al ver la decoración de nuestro dormitorio. Volví a sus labios y terminamos de quitarnos la ropa mientras nos acomodamos sobre la cama. El hermano de mi mejor amiga exploró cuanto quiso de mi cuerpo, siempre había sido de él pero hoy lo era más. Lo había extrañado demasiado durante este tiempo y quería poder parar todo para que fuéramos nosotros dos sobre esta cama hasta el final de los días. Cuando mi marido me dio todo el placer posible con sus dedos y su boca, se levantó.

Desde que te vi, Kirito y Asuna. Parte 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora