Asuna
Kirito se había ido a recoger a Eugeo y Alice a la estación dado que llegarían en nada, solo vendrían ellos ya que Kou y Yuuki y mi cuñada y Shinichi vendrían otro día dado que sabían que si estaban todos Dai no tendría mucha tranquilidad. Yo había tenido que quedarme puesto que nuestro hijo no podía salir todavía y estaba durmiendo pues había terminado de comer y se había dormido entre mis brazos. Mientras lo miraba dormir plácidamente sobre mi pecho no pude evitar acordarme de la conversación que tuve con mi esposo la noche que compramos el terreno en el que harían nuestra casa.
- Amor - me dijo - ¿entonces cuatro? - sonrió. Sabía que se refería a los hijos.
- Obviamente - respondí - siempre he querido una familia grande.
- Entonces... - se rascó la mejilla pues no sabía muy bien lo que quería decirme - no quiero que haya mucha diferencia de edad entre ellos. Dai no va a crecer como cualquier otro niño y quiero que tenga al lado siempre a alguno de sus hermanos, que lo cuiden.
- Lo sé - sonreí y lo besé - pero, ahora mismo, no vamos a poder buscar al hermano o hermana de Dai ya que tendremos que esperar a que la casa esté construída.
- Bueno, ya lo veremos - sonrió mordiéndose el labio pícaramente - si viene antes no pasa nada, ya nos apañaremos.
- El que te entienda, que te compre - reí - hace unos días estabas tan asustado que no querías más hijos, ahora quieres tenerlos cuanto antes. No te aclaras, Kirigaya.
- Solo me entiendes tú - me besó - por eso me compraste.
Mientras recordaba la conversación con una sonrisa en mis labios, Dai me despertó de mi mundo de pensamientos, se estaba moviendo.
- Hola mi amor - lo besé en su frente - ¿quieres estar despierto para cuando venga tu padrino? - sonreí.
Dai se revolvió entre mis brazos y, cuando volvió a encontrar la postura, se durmió de nuevo. Al cabo de un rato Kirito y el matrimonio de rubios entró por la puerta. Eugeo vino corriendo a ver a Dai.
- ¿Está bien? - preguntó algo preocupado.
- Sí - susurré - solo fue un susto, ya está mejor pero todavía no puede cogerlo nadie ni nada, poco a poco - sonreí.
Tras Eugeo vino Alice a ver a nuestro pequeñín y, por último, me besó Kirito.
- Dame a bollito - me dijo cogiendo cuidadosamente a Dai - lo llevaré a su habitación para que descanse bien - Dai al principio abrió los ojos pero Kirito lo puso en su corazón y los volvió a cerrar, algo que a los rubios les dejó sin palabras. Mi esposo metió a nuestro hijo a su habitación y cerró la puerta.
- Tío, me sorprende mucho cómo eres con tu hijo - Eugeo le dio una palmada en el hombro - no pensaba que fueras a saber cómo dormirlo.
- Y porque no le habéis visto cuando lo baña o le da de comer, es un grandísimo padre - sonreí - estoy muy tranquila porque sé que, cuando vuelva al trabajo y tenga guardia, va a saber muy bien llevar la situación. Ambos se llevan muy bien.
- Bueno, pero cuando está enfermo busca a mamá - respondió mi esposo - que conmigo no quería estar en brazos ni pagandole.
- Es normal, Kirito - dijo Alice - Asuna lo ha llevado en su vientre, supongo que se sentirá más seguro con ella.
- Luego le bañas y le das de comer tú - sonreí - así te quitas la espinita de que solo me quiere a mí.
- Y el padrino que te ayude - añadió Alice - por si el día de mañana tenemos que cuidarlo, sepa como se hace - Eugeo y Kirito se miraron y asintieron sonriendo - por cierto, os he traído el primer plano y unas ideas de decoración. Si tenéis tiempo podemos comentarlas.
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Desde que te vi, Kirito y Asuna. Parte 2
FanficSegunda parte del fic "desde que te vi" Los personajes no me pertenecen. Están basados en la novela de Reki Kahawara "Sword Art Online". La historia puede contener material adulto.