Capítulo 215

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Asuna

Kirito ya se había marchado y, esta noche, me haría compañía Yuuki dado que mi hermano se había ido junto a mi esposo porque no quería dejarlo solo ante una cosa así. Dai estaba durmiendo por lo que yo había aprovechado para darme un buen baño y tomarme un té con mi mejor amiga.

- Se te nota nerviosa - me dijo Yuuki.

- Lo estoy - respondí - la última vez que nombramos a esa persona Kirito acabó intentando suicidarse y yo encerrada en una casa.

- Pero no estará solo, están los abogados con Kirito y Kou - me animó - tienes que pensar que todo irá bien.

- Es fácil decirlo pero pensarlo ya es otra cosa... Nos guste o no, siempre estaremos marcados por su nombre, ya se encargó ella de ello.

- Asuna, eso lo sabemos todos pero tenéis que ser fuertes. Esperar a ver para qué quiere ver a Kirito y, después, actuar y hacer lo que sea. Dai siempre estará rodeado de amor, no puede crecer entre el odio a la persona que ha provocado que nazca más "débil" porque lo único de lo que puede servir es que os hagáis más daño a vosotros. Sé que le tienes odio, aunque no quieras decirlo, pero eso no llevará a nada. Piensa que Dai ha nacido y está aquí con vosotros, lo que pase después ya se irá viendo.

- Tienes razón - sonreí - pero hay veces que me cuesta pensar así. Esta semana nos toca vacunar a Dai y no dejo de darle vueltas a cómo se tomará su cuerpo las vacunas, cómo reaccionará... Y, eso, sumado a que Sachi ha pedido ver a Kirito, hace que me desanime un poco y me cambie el humor.

- Te comprendo - me abrazó - pero intenta estar bien. Lo de las vacunas ya vendrá y ya se verá cómo reacciona su sistema inmunológico. De momento no puedes hacer nada, ni por lo de Kirito ni por lo de Sachi así que tranquilízate y ya está.

- Pues sí - respondí - cuéntame qué tal fue tu San Valentín.

- Creo que fue mejor el tuyo - rió - el mío fue cena con velas y luego acabamos en la cama, ya sabes a lo que me refiero - me guiñó un ojo - ¿y el vuestro? - preguntó - ¿volvisteis a ser conejos en celo?

- Pues... la verdad, que desde que te fuiste hasta la hora de cenar estuvimos haciéndolo - me ruboricé - solo paramos en un par de ocasiones para dar de comer a Dai y ya está - sonreí - lo echábamos de menos y se notó demasiado.

- Se os notaba muchísimo - rió - y cada día que pasaba más. Solo espero que por la noche no hiciérais nada porque si no me apiado de mi pobre ahijado - Yuuki me miró y vio que me estaba poniendo roja - no fastidies que lo hicisteis con Dai al lado.

- No, que va - me apresuré a responder - fue aquí, en el sofá, una de las veces que me desperté a darle el pecho vi que la entrepierna de Kirito estaba demasiado animada así que me limité a ayudarlo a que siguiera así. Cuando terminé bajamos aquí y liberamos tensiones - sonreí.

- Menudo peligro tenéis los dos seis meses solos sin trabajar - rió - veo que te quedas embarazada antes de tiempo.

- Tomamos precauciones - la miré mal - ni que fuéramos dos adolescentes que acaban de descubrir lo que es el sexo. Ya tenemos un hijo y una edad...

- Lo que digas - me interrumpió - los antecedentes, tengáis o no a Dai, os delatan y, contra eso, no puedes hacerle nada.

No dije nada pues Yuuki nos había descubierto varias veces en plena acción por lo que era imposible rebatirle nada. Bebí el último trago de té y me levanté a la habitación de Dai a por él ya que se había despertado y estaba algo inquieto.

- ¿Qué le pasa? - preguntó mi mejor amiga al ver la guerra que tenía con mi hijo por darle de comer - ¿está enfermo?

- No - respondí - creo que extraña a Kirito, algo raro dado que ellos no tienen memoria ni nada aún.

Desde que te vi, Kirito y Asuna. Parte 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora