Capítulo 246

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Asuna

Había pasado un mes desde las fiestas navideñas, durante ese tiempo tanto el amor de mi vida como yo habíamos vuelto a nuestras rutinas tanto laborales como personales. Durante ese tiempo Dai no había dejado de crecer y ya podía caminar solo, lo que hacía que tanto Kirito como yo tuviéramos que perseguirlo por la casa para que evitara romper cosas o metiera los dedos en algún enchufe.

- Es muy curioso - me tendió mi suegra una taza de café pues volvía ahora a casa después de una noche de guardia, mi esposo se había marchado temprano ya que el viernes debía ir a una reunión a Kobe y solo faltaban dos día para ello - su padre cuando tenía su edad también era igual. En una ocasión lo vimos con los dedos dentro del enchufe, por suerte llegamos a tiempo y aún no los había puesto donde electrocuta.

- Sí, más de un día he descubierto a Dai igual - respondí - Kazu irá a comprar protectores para taparlos porque me da mucho miedo que un día nos despistemos nos da algún susto.

- Mejor - sonrió mi suegra - yo tampoco me fío mucho de él. Hoy libras, ¿no? - me preguntó la madre de mi esposo pero negué con mi cabeza.

- Aunque tuve guardia anoche estoy localizada hoy - respondí - estoy aquí en casa pero si hay una urgencia importante debo ir. Mi jefe me ha dicho que evitarán llamarme a mí a no ser que sea muy grave.

- Pues ojalá no ocurra nada malo y puedas descansar, te noto muy agotada desde que volvisteis de Kyoto - me disculpé con Midori pues tuve que salir corriendo al baño ya que algo me había sentado mal y necesitaba vomitar, volví al cabo de un rato - ¿estás bien? - se preocupó mi suegra.

- Sí, me parece que tengo una gastroenteritis. Anoche cené algo de la máquina en lugar de bajar a la cafetería y creo que comí algo en mal estado.

- Ten cuidado - me abrazó mi suegra - no quiero que caigas enferma.

- Tranquila - sonreí - estaré bien.

- ¿Quieres que me quede por si necesitas ayuda o te llaman? - negué con la cabeza.

- No te preocupes, ve a descansar a casa. Si me llaman te aviso o le llevo a Dai a Yuuki, no pasará nada. Kazu no creo que salga muy tarde hoy.

- Vale, pues si es así me marcho. Si necesitas algo me llamas y vengo enseguida - me dio un beso en la mejilla y se fue.

Terminé de comerme mi desayuno y fui a buscar a Dai, que ya estaba despierto en su cuna por lo que calenté un biberón y se lo di. Tras eso pasamos la gran parte de la mañana jugando por la casa, solo parábamos cuando notaba alguna náusea por la enfermedad que estaba empezando a incubar.

Casi llegando a medio día había conseguido dormir a Dai y estaba preparando la comida para comer junto a mi persona favorita pero el sonido de mi teléfono comenzó a sonar, sabía perfectamente lo que era.

- Doctora Kirigaya, hay una urgencia - me dijo la voz detrás del teléfono - es bastante grave ya que se trata de un accidente múltiple de tráfico y necesitamos a todos los médicos posibles aquí.

- Vale, ¿cuánto tiempo tengo para llegar?

- Máximo una hora - miré el reloj y Kirito no vendría hasta dentro de hora y media por lo que llamé a mi mejor amiga y le pedí que en veinte minutos estuviera en su portal ya que le llevaría a Dai. Le mandé un mensaje a mi esposo para que cuando saliera del trabajo pasara a buscarlo.

Llegué a casa de Yuuki y le dejé en sus brazos a un durmiente Dai, que no se inmutó de lo que acababa de suceder. Me despedí de mi hijo y conduje lo más rápido que pude a mi centro de trabajo. Cuando llegué me identifiqué y me dirigí hacia la sala de quirófanos, antes paré a cambiarme para ponerme la indumentaria adecuada.

Desde que te vi, Kirito y Asuna. Parte 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora