Desde que te vi, Kirito y Asuna. Parte 2

Capítulo 233

Kirito

Tras la ceremonia entramos al lugar en el que se haría el banquete, ya que Kou y Yuuki se habían casado en los jardines de un salón de bodas. Asuna fue al coche a buscar la bolsa con la comida mientras que yo tenía en brazos a un hambriento Dai, que no dejaba de llorar.

- ¿Qué le ocurre? - se acercó mi suegra pues por más que le hiciera las tonterías que tanto le gustaban a mi hijo no había manera de calmarlo - ¿Está bien?

- Sí, por suerte está sano - sonreí - tiene mucho hambre - aclaré - ha desayunado demasiado temprano, no ha querido almorzar y ahora está que se cae de hambre y sueño.

- ¿Dónde está Asuna? - preguntó Kyouko.

- Ha ido al coche a por la comida y el carro ya que, seguramente, conociéndolo, se dormirá mientras come - antes de que mi suegra pudiera hablarme más, vi a la mujer de mi vida venir corriendo hacia nosotros.

- Nos toca en la mesa nupcial - me dijo - junto con Eugeo y Alice - asentí y fuimos a sentarnos. El amor de mi vida le puso el babero a Dai, que pidió ir con su madre. Asuna me dio el termo con su papilla, comprobé que estaba bien de temperatura y le di la comida.

- Se nota que tiene hambre - sonreí - se ha callado según ha visto la cuchara.

- Es igualito a ti - rió - se pone de mal humor si no le das la comida cuando tiene hambre. Además, tiene también sueño y se le nota.

- Para algo soy su padre - respondí orgulloso - de ti ha sacado el físico y de mí el carácter - reí.

- No, si eso se nota - respondió mi castaña - duerme y come, no puede ser más idéntico a ti.

Como respuesta le saqué la lengua y continué dándole la comida a Dai, que se acabó la cantidad que le había puesto Asuna. Mi hijo, debido a que estaba en un sitio nuevo y que había ruido, no quería dormir.

- ¿Ya ha comido? - preguntó Eugeo cuando se sentó en la mesa y asentí - pues pásame a mi sobrino, que aún no lo he tenido en brazos.

Mi esposa le pasó a Dai a mi mejor amigo, que estaba encantado de tener a su ahijado en brazos. Dai en una de las ocasiones miró al rubio y sonrió, lo que hizo que Eugeo se emocionara. Viéndolo como era con mi hijo, no tenía dudas de que sería un padre genial y atento, algo que parecía estar pensando Alice también pues al ver la escena sonrió ampliamente.

- Sé de dos que esta noche vuelven a intentar buscar el bebé - me susurró el amor de mi vida al ver la cara de Alice.

- Pobre Eugeo, va a acabar muerto - reí.

- Con ustedes, los novios, Kouchirou Yuuki y Yuuki Konno - anunció el músico. Todos nos pusimos en pie para aplaudir la entrada del recién estrenado matrimonio. Kou y Yuuki fueron saludando a todas las mesas hasta que llegaron a la que se sentarían. Mi cuñado, antes de tomar asiento, le arrebató a Dai a Eugeo.

- Mi turnó - sonrió - que no lo he visto ni cogido en dos días - Kou le besó la frente a Dai.

Conforme el matrimonio tomó asiento, los camareros fueron saliendo para servirnos la comida. Kou comió con nuestro hijo en brazos, que seguía demasiado despierto.

- Creo que terminaré rápido de comer e iré a dormirlo fuera - me dijo mi esposa - tiene que descansar un poco porque sino a mis padres les dará la noche y no es cuestión.

- ¿Se queda con ellos al final? - pregunté pues mi persona favorita aún no lo tenía del todo claro.

- No lo sé - respondió - de momento, sí. Depende si se duerme o no.