Asuna
Acababa de llegar a casa después de un día de guardia bastante agotador. Entré en mi hogar y vi a mi suegra, a la cual no esperaba, preparando el desayuno mientras que Kaia estaba sentada a la mesa pidiendo comer, Dai estaba todavía medio dormido tumbado en el sofá. Me acerqué a él y le di un beso en la frente para comprobar si estaba bien. Dai se movió y puso cara de mal humor.
- Tienes que desayunar, cariño - le dije mientras acariciaba su mejilla - en media hora debes de estar en clase.
- No quiero ir al colegio - me miró tiernamente - no me gusta. No tengo muchos amigos y no quiero estar ahí, prefiero quedarme en casa contigo y papá.
- Lo siento, cielo, pero el colegio es tu trabajo y tienes que ir - lo besé en la frente - con el tiempo harás más amigos y estarás deseando ir, como le pasa a Kaia - mi hija se había hecho amiga de las dos clases de su edad. Dai me volvió a mirar, esta vez estaba algo molesto y se fue a sentar a la mesa junto a su hermana - ¿Y Kazu? - le pregunté a mi suegra.
- Está en el despacho, tenía una reunión muy importante a primera hora y no podía atenderlos él, así que me pidió el favor.
- Muchas gracias, Midori - le di un beso en la mejilla y la abracé. Mi suegra miró a Dai, que estaba tumbado sobre la mesa.
- Aunque por fuera es igual a ti, el carácter es el de mi hijo - sonrió - odia el colegio, duerme a todas horas y se pone de mal humor cuando le despiertan. Además es bastante...
- Solitario, sí - terminé la frase yo pues esa era la realidad - creo que el que esté enfermo cada dos por tres también ha fomentado eso. Muchas veces que han hecho excursiones o algo él ha estado ingresado por lo que no ha podido hacer muchos amigos.
- ¿Es algo que te preocupa? - me miró la madre del amor de mi vida y negué con la cabeza.
- Kazu tiene a Eugeo, sé que tarde o temprano a Dai le llegará un amigo igual - sonreí.
- Ve a descansar - me animó mi suegra - ya me encargo yo de llevarlos a clase - asentí. Mis hijos se levantaron de la mesa y cogieron la mochila. Kaia me besó y me abrazó mientras que Dai me miró.
- Te prometo que esta tarde nos vamos tú y yo solos a comer una buena tarta de queso - me agaché para ponerme a la altura de mi hijo - pero ahora debes ir a clase - el niño asintió y me abrazó.
- Te quiero, mamá - me dijo al oído, lo que a mí me hizo emocionarme. Dai se soltó de mí y siguió a su hermana. Vi como ambos subían al coche de mi suegra y se marchaban. Debido a que mi esposo estaba en una reunión no quise molestarle entrando al despacho por lo que subí a nuestra habitación y me tumbé en la cama, donde me dormí.
Desperté al cabo de un rato con el olor a café delante de mis narices, mi esposo me había traído el desayuno a la cama. Miré a mi derecha, mi azabache estaba tumbado sobre mi hombro.
- ¿Una noche dura? - sonrió y asentí - mi madre ha llevado a los niños al colegio, yo estaba en casa pero tenía una reunión y no podía librarme.
- Lo sé, he llegado para decirles adiós. Dai se ha enfadado un poco conmigo pero, bueno, luego se le ha pasado.
- Está muy rebelde, no quiere ir a clase nunca.
- Sí, como le pasaba al padre - reí - le he prometido que esta tarde nos iríamos él y yo a comer una tarta de queso y se le ha pasado - le di un trago a mi café.
- Bueno, amor, ahora ya estamos los dos solos - me miró con picardía y comenzó a besar mi cuello, lo que me hizo gemir. Mi esposo puso las manos sobre mi entrepierna e insertó un par de dedos en mi interior. Kirito me desnudó enseguida y yo hice lo mismo con él. Hicimos el amor un par de ocasiones aprovechando nuestra soledad. Después de mantener sexo entramos al baño y volvimos a mantener relaciones en el agua.
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Desde que te vi, Kirito y Asuna. Parte 2
Fiksi PenggemarSegunda parte del fic "desde que te vi" Los personajes no me pertenecen. Están basados en la novela de Reki Kahawara "Sword Art Online". La historia puede contener material adulto.