Capítulo 222

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Kirito

Desperté demasiado temprano para lo que me despertaba últimamente. El culpable era mi teléfono móvil, que no dejaba de vibrar. Miré la pantalla aún medio dormido y salí del dormitorio ya que Dai y Asuna dormían plácidamente.

- Sé que te dije que sabría aguantar sin ti pero necesito que vengas a la oficina - era mi cuñado.

- ¿Por qué? - pregunté un tanto molesto - estoy de baja por paternidad hasta Junio.

- Lo sé, pero unos inversores han pedido reunirse con nosotros hoy y la única condición que han puesto es que estés tú.

- Está bien - resoplé, enfadarme no iba a servir de nada - ahora me visto y voy para allá.

- Lo siento, prometo que no te molestaré más - dijo mi cuñado antes de colgar.

Entré de nuevo a nuestro dormitorio y vi que Asuna estaba abriendo los ojos, sonreí y le di un beso en los labios.

- Buenos días, princesa - dije - duerme de nuevo, está bastante nublado afuera y no creo que podamos ir a pasear con Dai. Además, debo vestirme que me acaba de llamar tu hermano y tengo que ir a una reunión urgente.

- Vale - sonrió - que vaya bien.

Mi esposa se acomodó en la cama y, antes de que estuviera cambiado, se había dormido. Escogí un traje al azar y salí del dormitorio para vestirme en el baño. Una vez estuve listo, les di un beso a los dos grandes amores de mi vida y salí de casa, llegué a RECT con la intención de acabar cuanto antes ya que quería pasar tiempo con Dai y Asuna dado que los extrañaba.

Asuna

Desperté un par de horas después de la marcha de Kirito, Dai se estaba moviendo, lo que indicaba que en nada iba a solicitar comer. Me incorporé un poco y esperé a que mi hijo abriera los ojos para cogerlo en brazos y darle el pecho.

- Buenos días, mi vida - sonreí al ver a mi hijo despierto - ¿tienes hambre? - los ruiditos que hizo eran la respuesta. Coloqué a mi hijo sobre mi pecho y él comenzó a desayunar. Miré por la ventana y vi que seguía nublado - si no llueve y papá sigue en la oficina a la hora de comer, iremos a darle una sorpresa y comemos allí con él. ¿Te parece bien? - besé su frente y Dai se revolvió - vale, te dejo estar - reí.

Mientras mi hijo desayunaba me acordé que mis padres se habían marchado hacía un par de días a Miyagi ya que mi madre era de allí y su antigua escuela había contactado con ella para que diera una charla que motivara a los alumnos para que estudiaran y pelearan por sus sueños ya que mi madre había conseguido todo cuanto se propuso en su vida profesional y personal.

Pensé en llamarlos después de darnos un baño Dai y yo. Mientras mi hijo comía sentí que subía un fuerte olor, sabía de sobra lo que era por lo que el baño no iba a venir nada mal. Nuestro bebé terminó de comer y salí directa a su habitación para cambiarle el pañal mientras llenaba la bañera para darnos un buen baño ambos.

- Llevará razón papá - dije dándole besos en la tripita, algo que le hacía reír - que sueltas bombas de destrucción masiva.

Cuando Dai estuvo limpio, entramos al agua y estuvimos un largo rato ahí, disfrutando del agua y de estar los dos juntos. Solo faltaba Kirito para que ya fuera del todo perfecto. Salimos del agua y fui a vestir a mi bebé, una vez lo tuve listo lo dejé sobre la cuna ya que estaba quedándose dormido y fui a preparar algo de comida para ir a darle una sorpresa a mi esposo ya que mientras estábamos en el baño me envió un mensaje diciéndome que la reunión iba para largo.

Mientras estaba cocinando sentí que alguien llamaba a la puerta del apartamento, algo que me extrañó ya que no esperaba ninguna visita. Miré por la mirilla y comprobé que eran mis padres, abrí rápidamente.

Desde que te vi, Kirito y Asuna. Parte 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora