Capítulo 234

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Asuna

Desperté al cabo de unas horas en mi cama, completamente desnuda que era conforme me había ido a dormir. Miré a mi lado derecho, donde el amor de mi vida dormía sobre mi pecho. Sonreí al ver la imagen y le di un tierno beso, lo que hizo que se removiera un poco y cambiara de posición, lo que hizo que me acordara de Dai ya que nuestro hijo tenía la misma reacción cuando lo besabas mientras dormía. Me levanté y busqué en el suelo la camisa de mi marido, me la puse y salí a la cocina para preparar algo de café para los dos. Mientras preparaba las dos tazas, miré mi móvil, tenía varias llamadas perdidas de mi madre y también tenía mensajes de ella: "no os preocupéis por Dai, ha pasado buena noche y he visto que has dejado biberones de sobra para tener hasta después de comer así que disfrutar los dos solos de ese tiempo. Nos vemos luego." Respondí el mensaje a mi madre agradeciéndole lo que estaba haciendo y cuando la cafetera me avisó que el café estaba preparado, lo puse en dos tazas y volví a mi dormitorio.

Me quedé parada en el umbral de la puerta, Kirito acababa de despertarse y estaba sentado en nuestra cama mientras me miraba. Sonreí y caminé hacia la cama, donde me senté a su lado.

- He hecho café - dije y él sonrió aún medio dormido.

- Pensé que te habías dado a la fuga para ir a buscar a Dai - respondió cogiéndome la taza de una de mis manos.

- No - me reí - pero me he levantado antes y quería traerte el desayuno a la cama ya que es la primera mañana que tenemos los dos solos en los últimos seis meses. ¿Te gustó lo de anoche? - pregunté picarona.

- Me encantó - sonrió - fue como volver a los viejos tiempos. Sigues siendo igual de flexible y de insaciable.

- Y tú sigues satisfaciéndome como solo tú sabes - me ruboricé - mi madre me ha escrito, se quedará con Dai hasta después de comer, por lo que tenemos la mañana entera para nosotros - me mordí el labio.

- ¿Ah sí? - sonrió pícaramente - ¿y qué te apetece hacer? - preguntó mientras dejaba la taza en la mesita de noche y retiraba el cabello de mi cuello para besarlo y comenzó a desabrochar los botones de su camisa para quitármela. Miré pensativa a la ventana, quería hacerme la tonta un rato.

- Mmmm... podríamos jugar a la consola.

- Me gusta la idea - besó mi cuello y después me miró intensamente - también ver una película.

- También - sonreí mirándole los labios, Kirito había conseguido desabrocharme la camisa por completo - pedir algo de comer...

Sin poder evitarlo más, dejamos el juego que estábamos teniendo de lado y comenzamos a besarnos. El amor de mi vida retiró la camisa de mi cuerpo y me dejó completamente desnuda. Mientras nos besábamos me tumbó sobre la cama y comenzó a acariciar mi clítoris y con su lengua jugó con mis pezones. Al cabo de un rato solté un grito ahogado pues había llegado al orgasmo. Mi esposo me dió un beso en los labios y me mordió para, después, ir bajando por mi cuerpo desnudo mientras lo besaba. Llegó a mi vagina y comenzó a beber del líquido que salía de ella.

Kirito jugó conmigo y con mi cuerpo a su merced, lo que a mí me hacía gemir a causa del placer que estaba dándome mi marido.

- Amor... - gemí - no aguanto más. Házmelo, por favor.

- Como usted quiera, señorita Kirigaya - sonrió y me cogió en brazos. Apoyó mi espalda contra la pared, me sujetó por mis glúteos e insertó su pene en mi interior. Puse mis manos alrededor de su cuello mientras que él movía sus caderas a un ritmo que me estaba volviendo bastante loca.

Mi persona favorita continuó moviéndose ferozmente hasta que, al cabo de unos minutos, los dos soltamos un grito que indicaba que habíamos llegado al orgasmo. Mi esposo me llevó a la cama y me tumbó sobre ella para volver a besarme de nuevo.

Desde que te vi, Kirito y Asuna. Parte 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora