13

92 7 0
                                    

Sesenta segundos antes de que suene el gong, comienza a buscar con la mirada a Evan y no lo ve por ningún lado, mejor así, serían un blanco fácil si se reunían. Este año tocó la cornucopia en una cueva, ahí se encontraba el sustento de los tributos durante su estadía ahí: comida, agua, armas, medicinas, material para hacer fuego, ropa. Alrededor de la cueva hay más suministros pero son menos valiosos conforme se alejan de la cueva. Blair sigue recorriendo el lugar con la mirada, hay dos mochilas próximas a ella, es poco probable que tenga suficientes suministros.

Su único objetivo era alcanzar ambas, hasta que vio a la chica del dos. Su semblante seguía duro. El gong sonó y la castaña corrió, tomó la primera, avanzó hasta tratar de alcanzar la segunda cuando la del 2 la jaló del cuello hacia atrás. Blair soltó un quejido antes de darle un codazo, la chica aflojó el agarre, la castaña se jaló para soltarse del agarre, le dio dos puñetazos al rostro antes de alejarse y tomar la segunda mochila, a punto de alejarse, la del 2 se acercó de nuevo y Blair perdió la paciencia, se giró a darle una patada en el cuello. Si no se lo había roto, se golpeó la cabeza con fuerza al caer en la placa metólica.

—Perdón, Taxon— susurró para sí antes de correr lejos del baño de sangre.

Nadie ha intentado acercarse, ya que su oponente era la chica del 2. Blair nunca le prestó atención a nadie, se concentró en mantener su papel, así que poco le importaba lo que ocurriera. Aun no se escuchaban los cañonazos, el baño de sangre aun seguía. A su lado estaba el chico del 10 y al otro la del 2, fue fácil que la ubicara por el rechazo la primera vez. No había rastro del chico, tal vez él había huido antes. Una vez alejada, se dispuso a inspeccionar ambas mochilas: agua, una botella pequeña en cada mochila, un cuchillo; el agua solo significa que no hay ningún lago o río cerca.

Al cabo de una hora se escucharon los cañonazos, ocho para ser exactos. Blair estaba segura que ella había matado a la chica. Siguió caminando para alejarse aun más de la cornucopia. Se escuchó otro cañonazo, se puso en guardia, significaba que la alianza Profesional estaba avanzando. Puso el cuchillo en el pantalón, tenerlo cerca por si necesitaba actuar. Un segundo cañonazo sonó, así que se agachó por una piedra del tamaño de su mano. Escuchó unos pasos por detrás, se giró y lanzó la piedra con fuerza, un fuerte quejido de mujer antes de caer.

—Eres la del 10.

—Estoy desarmada.

—Lo sé, no te vi en el baño de sangre.

—No tengo oportunidad, corrí en dirección opuesta.

—Déjame ayudarte.

—Ya hiciste suficiente— espetó al alejarla.

—Creí que eras uno de los Profesionales.

—Mataste a la del 2.

—Me falta el tributo masculino, sino es que Evan ya se encargó de él.

—Que poético, tu novio y tú tienen el mismo objetivo.

—No es mi novio.

—No es lo que nos hicieron ver durante las entrevistas.

—Ese era el plan— sonrió, se inclinó a su lado y sacó el agua—. Es muy poca, así que no rociaré mucha.

—Deberías guardarla, nos va a dar sed.

—Tu herida se puede infectar— retiró la mano y echó unas cuantas gotas.

—¿Pasaremos aquí la noche?

—No hay dónde escondernos.

—Sandy Farrell.

—Blair Herlic— le sonrió y la ayudó a ponerse de pie—. Hay que cortar uno de esos cactus para comer.

—¿Sabes quitar las espinas?

—No creo que sea tan difícil.

La castaña sacó el cuchillo y cortó una de las tunas, cuando tuvo varias se las pasó a su compañera. Fue suficiente, cortó el cactus para guardarlo para después. No sabían cuánto tiempo iban a durar los Juegos y debían tener las provisiones necesarias. Un par de gotas salieron—. Tienen agua dentro— murmuró Sandy.

—Ya sabemos de dónde sacar el agua. Iremos detrás de esas colinas, tú dormirás, yo haré la primera guardia, es mejor empezar ahora.

—El sol está por caer.

—Hay que empezar ya.

Los 69 juegos del hambreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora