22

88 7 0
                                    

Y recibieron su casa. Parecía un sueño, los padres dormían en su propia habitación, tanto Elena como Blair tenían habitación propia, nunca lo hubieran pensado. Antes solo había una cama donde dormían las hermanas y los padres al pie de esta. La primera llamada que hizo la castaña, fue a su amiga capitolina para que le mandara una colección juvenil, la que sacó antes de que comenzaran los Juegos, algo sencillo para no llamar tanto la atención, ya que su hermana era de gustos sencillos.

—¿Todo esto es para mí?

—Por supuesto, cariño.

—Gracias, gracias, gracias— la envolvió frenética.

—Es de Kiara, tiene manos de diosa, es de su última colección, pero le hizo algunos detalles, le dije que te gustan las mariposas.

—Me encanta.

—Anda, para que uses los fines de semana.

—Claro, voy a ir al bosque con semejante belleza.

—Bueno, no es algo que se acostumbre aquí— torció la boca en un puchero.

—Me veré bien en este rosa.

—Llamaré a Kiara, seguro que también consigue una revista para ti.

—Tú eres la estrella, disfrútalo.

—Gracias, pequeña.

—Iré a enseñárselos a mamá.

—Debo hacer una llamada, ahorita las alcanzo.

—Claro— le besó la mejilla. La joven se apresuró al despacho donde intentaba replicar los bocetos de él. Tomó el teléfono y marcó el único número que tenía anotado en la agenda de al lado.

—¿Aló?

—¿Hablo con el sex symbol de Panem?

—¿Y yo con La Reina del Bosque?

—La misma.

—El mismo. ¿Qué tal? ¿Cómo estás? Has tardado en llamarme.

—Han pasado dos semanas desde mi retorno, pero por fin terminamos de instalarnos.

—Me alegra escuchar eso...

—¿Y tú?

—Tan guapo como siempre.

—Ya quisieras, Odair.

—¿Cómo lo llevas?

—Aun lo extraño.

—Sé que es difícil, pero tienes a tu familia, a Taxon y Ginebra, me puedes marcar las veces que quieras.

—Gracias por entender.

—Somos amigos, ¿no?

—¿Enserio?

—Claro que sí, Reina.

—¿De verdad contestarás mi llamada? — sollozó.

—¿Por qué te mentiría?

—No te conozco.

—Bueno, cariño, yo sí— se escuchó una pequeña risa del otro lado del auricular—. Kiara ya me ha hecho llegar las tres portadas que te ha conseguido.

—Eso me mantendrá ocupada— lo pensó mejor.

—Exacto, disfruta antes de que lleguen de nuevo los camarógrafos.

Los 69 juegos del hambreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora