61

16 1 0
                                    

—Te ves maravillosa.

—¿Otro árbol?

—Para no perder la costumbre.

—El árbol elocuente eres tú, no yo.

—Dijo Kiara que hizo un par de modificaciones para ti.

—¿Estás bien?

—Claro... sí... en la medida de lo posible... Sé que puedes sola.

—Voy a salir.

—Soy capaz de destruir la Arena para sacarte.

—Si no lo haces, te mataré.

—Ve con Taxon, sonrían, Ginebra y yo conseguiremos a todos los patrocinadores necesarios para sacar a alguno de los dos con vida.

—Insisto, es el Vasallaje de los 25, merecemos algo mejor.

—Taxon, Johanna, sólo deben lucirse y saludar— sonrió Kiara poniendo sus tiaras.

—Creí que le darías la de sangre.

—No, hoy no— tajó el asunto.

—Caballos blancos con hermosas crines— Ginebra los acariciaba.

—¿Qué hace tu noviecito con la competencia?

—Déjala en paz.

—Finnick.

—Reina del Bosque, déjame presentarte a Katniss Everdeen, la Chica en Llamas.

—Ya tuvimos el placer— forzó una sonrisa.

—Te traje un terrón de azúcar— se lo dio en la boca y ella le dedicó cierta mirada. A lo que la neófita torció los ojos.

—Si sólo tú puedes tener demostraciones de amor con tu amante trágico, no vas a durar mucho tiempo en la arena.

—¿Es una amenaza?

—Una sentencia.

—Sólo uno puede salir con vida.

—Ya eres suficientemente mayor para saber que esto no es vida, sólo otro cuerpo con traumas— Finnick la jalaba muy apenas—. Ten por seguro que ni tú ni Peeta van a sobrevivir.

—¿Quién lo hará?

—Finnick, Gloss, Glimmer, Taxon, Johanna, Chaff... Enobaria— sonrió triunfal antes de zafarse y volver sobre sus pasos.

—Esto del Vasallaje es una lástima— dijo Finnick—. Pudiste haber sacado mucho provecho del Capitolio.

—¿Haciendo amigos?

—Prométeme que la vas a matar— vio a los hermanos.

—Todos la queremos— Gloss y Blair se fundieron en un beso y dio de qué hablar, pues eso correría como la pólvora.

—¿Entonces se van a casar?

—¿Quieres ser la madrina o la novia? — vio a Glimmer.

—Vi que atacaste a mis tributos.

—Cinna— Kiara suavizó la voz.

—El próximo año te quiero en mi equipo.

—Lo más seguro es que consiga a Kiara para mi equipo.

—Eso está por verse— se estrecharon y cada estilista fue su respectivo carruaje.

—Oh, niño bonito.

—Tributos, suban a sus carros.

—Lo siento, Mags, no podemos viajar juntos.

—En la arena debes darme mis baños.

—Sólo si me compartes de tus patrocinadores.

—Miren al frente, como si nadie importara— dijo Kiara alisando la capa de Taxon y el vestido de Johanna.

—Fácil, soy superior a todos.

—Damas primero.

—Si me sueltas, te voy a tirar.

—Te caes conmigo— le apretó la mano.

—Niños— dijo Ginebra.

—Por piedad, ganen patrocinadores— la castaña y rubia abrazaron a cada uno.

—Taxon, te encargarás del botón.

—Hecho.

Los caballos empezaron a andar. Taxón llevaba un pantalón verde, su torso desnudo parecía cubierto con maquillaje que asemejaba a moho o musgo; la capa era tan larga que volaba, verde azul con mangas que colgaban; corona en forma de enredadera, con raíces que formaban cuatro picos, cada uno decorado a modo de las estaciones del año, en un costado una mariposa morada y en el otro una blanca. Por su parte, Johanna, llevaba un vestido con cola y capa igual de larga que la de su compañero de Distrito, con un corsé en un verde más oscura, compartía la corona con su compañero, ya que el diseño era bastante similar; su rostro tenía detalles que asemejaban a moho o musgo, en sus brazos, unas enredaderas dibujadas en tela transparente, de donde se resaltaban flores tejidas y mariposas incrustadas, las cuales brillaban con el sol.

Taxón y Johanna se sonríen, lanzaron las mariposas que llevaban en la mano mientras se estrechaban la otra, mostrando una enorme alianza. Sonriendo a todo el público, orgullosos de la última entrevista que se dio a las revistas, aún en contra de la advertencia de Snow. Blair dijo que asumiría el riesgo con el presidente. Los Vencedores saludaban a su público mientras contaban en murmullos hasta diez. Taxón presionó el botón y la capa del hombre se convirtió en hojas que pasaron por las cuatro estaciones, terminando en las hojas cafés cayendo de los árboles; mientras la capa y vestido de Johanna se convirtieron en mariposas y el segundo en flores de todos los colores.

La tribuna enloqueció cuando en el cielo se formó el 7, Cinna la iba a tener difícil, según los comentarios de las dos mentoras. Annie aplaudía ver aquello y codeaba a Blair mientras Ginebra sonreía a los patrocinadores. Haymitch se sorprendió de ver el trabajo de Cinna siendo opacado por el de Kiara, la esposa del estilista. Los estilistas del Distrito 1 hicieron lo propio con los suyos, rindió tributo a Blair haciendo unas flores de diamantes que traslucían con el sol. Mientras Finnick imitó la acción al mostrar una flor ensangrentada, ya que era tributo a Johanna. A ojos del público, la pareja no daba de qué hablar más que fuera de la relación.

Los 69 juegos del hambreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora