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Se presentaron en la cena y Finnick sonrió, las vencedoras no llegaron juntas, al contrario, pasó primero Blair, luego el matrimonio, y al final la nueva vencedora, a quien todos aplaudieron. Blair siguió su charla con Finnick y Annie estaba ahí, amando ver a su amiga, todos recordaban a Elena, Johanna inquirió con la mirada al matrimonio y ellos negaron, Mags trató de fingir demencia o girar la conversación, Kiara se llevó a Blair un rato para distraerla, pero la mesa seguía enfrascada en una discusión.

—Elena es mi hermana— dijo la castaña al sentarse junto a Johanna—. Fue violada, torturada física y psicológicamente por los Agentes de la Paz, vio cómo maté a mis padres y su último rayo de esperanza era una mujer que se desplomó, de forma simple y sencilla no pudo correr detrás de ella.

—Perdón.

—Cuando estamos solas, sabes que te cuento todo, ahora no te sientas amenazada por sombras del pasado, porque eso son, sombras que jamás volverán.

Johanna pensó que Blair se iría, pero no, la castaña tomó la mano de su novia y la dejó sobre su regazo. La cena siguió sin problemas, estuvo dándole los nombres de los platillos, los que le contó Finnick. Terminada la cena, llevó a Johanna a la casa de su amigo, les preparó alcobas a todos, ella la invitó a pasar y Blair declinó, necesitaba un momento a solas. Temprano ya estaban de nuevo en el tren. El viaje al 3 no fue tan emocionante como en el 2, pues Enorbaria y Blair no desaprovecharon la oportunidad de insultarse de forma "suave".

—Vaya cargamento, la legión de reyes llegó— sonrió Glimmer apoyando el codo en el hombro de su hermano y ladeando la cabeza hacia él, quien soltó una risotada.

—Reina del Bosque.

—Ahora no, Chico de Oro— se dejó besar ambas mejillas y abrazar por los hermanos—. Hoy no soy la protagonista, no hay que robar reflectores.

—Claro que no, hoy todos amaremos a Johanna— Glimmer le acarició la mejilla.

—Las manos donde las vea— espetó Blair.

—Conque ya la pediste— alzó una ceja.

Se fueron todos juntos a la casa de Glimmer, ahí se quedarían la noche mientras los hermanos permanecerían en casa de Gloss. Los hermanos Cahsmere dotaron a la nueva vencedora de joyas y vestidos más del gusto de la hermana que de la novata. Blair sonrió cuando le dieron la tiara, la mandó hacer un par de días antes de la Gira, así estaría lista para su llegada. Entregó la caja de terciopelo a su novia, en la privacidad de su habitación y Johanna brilló los ojos.

—Gracias.

—Es lo mínimo que mereces.

—No gastes.

—¿De qué sirve tener millones si no te lo puedo dar?

—Bien, yo también te daré obsequios— Johanna la atrajo hacia sí para besarle la comisura de los labios.

Esperó a que Johanna se durmiera, mas no permaneció en su habitación, ni fue a la propia. Abajo estaba Ginebra, la rubia y la castaña se sostuvieron la mirada un momento, apenas lo suficiente para que la mayor negara con la cabeza y desviara la vista hacia otro lado. La castaña contuvo el aliento y aun así salió de ahí y anduvo hasta la casa de al lado. No tocó, solo entró y se escabulló hasta la habitación de Gloss. El rubio sonrió de lado al verla ahí y la besó con desesperación, a lo que ella jadeó y se quejó.

—¿Aun te duele?

—Poco.

—Prometo no ser tan brusco.

—No es tu tipo.

—Podría hacerlo diferente por ti.

—Si te escuchan Johanna o Patrick, ambos estaríamos en problemas.

—Pero no están aquí, ¿o sí?

—No.

Gloss la volvió a invadir, jaló sus brazos por encima de su cabeza y devoró sus labios con desesperación e ira. Blair dejó que él hiciera con ella, que invadiera su boca con su lengua y explorara cada parte de su interior. La castaña sonrió al saberse así de deseada. Comenzó a bajar por su cuello, logrando que ella jadeara y soltara gemidos apenas perceptibles; la lujuria apenas despertaba. Antes de que ella llevara las manos al cabello del rubio, este llevó su boca a uno de los senos y comenzó a succionar, ella arqueó la espalda, sus gemidos comenzaron a hacerse más sonoros y lograron que él la mordiera; ella se quejó a tiempo que lo jalaba del cabello.

—No te gustó, ¿eh? — se burló y ella mordió su labio.

—No deberíamos avanzar— con su mano libre le apretó el miembro y él frunció el ceño—. Puedo ayudarte con eso.

***

—¿Obtuviste algo?

—Creen saber a dónde se llevaron a los padres de Taxon, pero, si nos seguimos acercando, temo que los cambien de ubicación y no podamos encontrarlos.

—Te has acercado más que yo en todos estos años, tómalo con calma.

—Quiero que seamos una familia: ustedes, los padres de Taxon, mis padres, Johanna...

—Mandaste buscar la novia de Haymitch.

—A todos se nos ha arrebatado algo, si pudiera, ayudar de alguna forma.

—Eso no aliviará tu culpa, así que aprende a caminar. No puedes tomar la bandera de la rebelión mientras te pones el manto de la paz.

—Claro que sí, lo he hecho desde que gané los juegos y me convertí en portada de todas las revistas—dijo con satisfacción—. No lo he dicho, pero enserio te agradezco por tener fe en mí, no lo habría logrado sin ti. Has sido una gran mentora, Ginebra.

Los 69 juegos del hambreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora