19

117 7 0
                                    

El aerodeslizador aparece pero la joven no quería soltar al muchacho. Dos escaleras se desprendieron del aerodeslizador. Comienza a gritar cuando logran separarla del cuerpo, luego exige que se lo lleven, le quitó el cuchillo del cuello y se lo embolsó. Intentan a conducirla, pero se aferraba a quedarse quieta. Al ver a Kiara aproximarse a ella a prisa, le entrega el arma con que mató al amor de su vida y se desmaya en sus brazos. Es cuando la estilista y acompañante empieza a dar órdenes para que la bañen y comiencen a sanar.

—¿Dónde estoy?

—En la sala de preparación.

—¿Cuánto ha pasado?

—Solo un día, tus costillas y heridas superficiales ya han mejorado.

—¿Pudieron borrar las heridas?

—Por supuesto, incluso las de tus nudillos.

—¿Podrías modificarme?

—Creí que te abstendrías de ello.

—Quiero que pintes de verde los nudillos, donde antes tuve las heridas sangrentes.

—¿Disculpa?

—Lo hice para volver al 7, el bosque es el mejor representante de mi Distrito.

—Será un honor hacerlo.

—¿Trajeron el cuerpo conmigo?

—Sí, solo así aceptarías subir al aerodeslizador.

—¿Por qué te vi en él? Los mentores no pueden estar ahí.

—Tal vez no lo recuerdes, pero no soy tu mentora.

—¿Dónde están ellos?

—Preparando todo para tu coronación ante todo Panem.

—No quiero volver a casa.

—Podrás cumplir la promesa a tu hermana.

—Pero no a él— comenzó a llorar a lágrima viva, no le importaba el dolor de su cuerpo, trataba de hacerse un ovillo.

—Vi todos los Juegos atenta a las pantallas— murmuró Kiara sentándose a lado de la cápsula y tomando la mano de la joven—. Él te propuso eso porque seguirían así en un bucle infinito, ninguno tomaría la iniciativa.

—Se puso ahí con la intención de que lo acabara.

—Debes guardarte eso para ti.

—¿Por qué?

—Recuerda la entrevista.

Blair se derrotó a sí misma. Se volvió a quedar dormida y ese es el ciclo: despierta y come antes de volver a dormir. Kiara supervisaba todo. Su piel suave y reluciente se vio modificada, su amiga ya había pintado sus nudillos. No estaba tan deshidratada como pensaba, se tocó el cuerpo y sus costillas ya estaban sanas y no tenía la cicatriz del brazo. Se vistió con ayuda de un chico avox, pues su amiga no estaba ahí. Salió a un pasillo amplio, donde comienza a llamar a Kiara con desesperación y son Taxon y Ginebra los que llegan hasta ella.

—Estás a salvo— murmuraba Taxon mientras la abraza y acariciaba el cabello en un vano intento de calmarla.

—Quiero irme ya— sollozó.

—Te llevaremos con Kiara para que comience a trabajar contigo.

Los llevan, gracias a los elevadores, al Centro de Entrenamiento. Se escuchaba el eco de sus pisadas, recalcando que eran los únicos que quedaban en el lugar. Despacharon a los mentores nada más terminar los Juegos, no importaba que debían asistir a la ceremonia de coronación, sino que los dejaron alojados en la Sala de Comando, donde los mentores veían los Juegos en tiempo real. Una vez en la séptima planta, le saltan encima el nuevo equipo de preparación de Kiara.

—¿Más árboles?

—No, esta vez representaré la pureza...

—¿De los Juegos? ¿Enserio?

—No, la tuya, venderemos la historia de que no querías matar a nadie...

—Porque es verdad.

—Lo sé, cariño, no me hables como si fuera el enemigo. Ya saliste.

—No, yo quedé ahí, sosteniendo el cuerpo del único hombre que he amado...

—Y será un homenaje— le cortó su acompañante—. Por ello irás de blanco.

—¿Cómo a una boda?

—Velo del lado amable, sí, sí lo tiene: es lo que hubieras usado en tu boda, fue algo que Evan pidió para ti.

—De hecho, pidió muchas cosas para ti, pero aún no es momento— dijo Ginebra al asomarse.

—Pasa— dijo Kiara con una leve sonrisa.

—¿Ya viste el vestido?

—Yo entregué a Evan, él hizo los bocetos— dijo Ginebra al entregarlos, Blair comienza a derramar lágrimas, sí que se trataban de él.

—Son bellos.

—Pasan varios días entre el final de los Juegos y la Ceremonia, tómate tu tiempo— dijo Taxon.

—Quiero acabar cuanto antes, quiero ver a mis padres.

Los 69 juegos del hambreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora