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Clara parlotea acerca de que tengo un compañero italiano y que si bien es un poco tímido es bastante agradable

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Clara parlotea acerca de que tengo un compañero italiano y que si bien es un poco tímido es bastante agradable. Además, de que tiene un hermano y entre los dos le han enseñado una que otra frase, por lo que ahora está emocionada diciendo lo que aprendió, mientras yo la miro con cara de cierra la puta boca, no la cagues más.

—Ni creas que me haré amigo de él —le digo a mi padre cuando su mirada cae en mí.

—Bruno, no comiences —le advierte mamá —Deja tus conversas para casa.

—Me encanta ver como te controla —Clemente se burla de papá.

—Vale, para aligerar el ambiente tengo una noticia —dice tía Ava.

Automáticamente las miradas se clavan en ella y juraría que Clara está por soltar un chillido, como si ya supiera lo que se avecina.

—Adivinen quién está embarazada —dice finalmente tía Ava.

—¡Si! —grita Clara —¡Maldita ley de atracción, si sirvió!

—¡No! —grita Clemente —¡No otra vez!

Seguimos sin entender cual es la razón por la que Clemente le tiene miedo a ser padre, si ya tiene una hija de casi 18 años y bastante bien criada. Dejando de lado que de vez en cuando le gusta buscarse un poco de problemas.

—No es justo —se queja Chiara y yo sé perfectamente a qué se debe eso.

Clara creció conmigo y ahora el futuro bebé de mis tíos podrá crecer junto a Federico que solo tiene dos años, por lo que no será mucha la diferencia entre ellos, mientras que ella no tuvo con quien jugar a medida que iba creciendo. Otra de las razones por las que papá consiente tanto a su princesa.

—¿Quién se burla ahora? —le dice papá a Clemente, ya que él se río bastante de que papá iba a tener que pasar noches en velas por los gritos de dos bebés aparte de mí.

Clara me hace un movimiento de cejas, indicándome que es el momento para escapar, ya que la mesa está cargada de emociones, por lo que no seremos importantes.

—Papá —dice Clara a Clemente, quien sigue con cara de pánico —Papá —repite ella.

—¡¿Qué?! —grita él.

—¿Puedo salir?

—¡Haz lo que quieras, Clara! —se pone de pie y comienza a pasearse de un lado a otro lanzando insultos que solo su hija entenderá, porque es la única que sabe un poco de francés.

—Vale, ahora necesito un chaperón —mira a mi papá de manera tierna.

—¿Acaso él no sabe hablar por sí solo? —pregunta papá.

—Papá, yo ni siquiera quiero salir —miento —Pero no creo que quieras que le pase algo a Clara a esta hora.

—Ya lárguense —papá voltea los ojos.

El Rey De Roma #3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora