El amor puede llegar de diferentes formas a revolucionar tu mundo. Crees que tienes todo claro en la vida, que no dudas de nada, que estás con la persona correcta. Pero luego llega esa persona que puede mostrarte que vivías entre unas paredes que es...
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En cuanto dijeron lo de la reunión de último momento, Patricio y Sander se acercaron para que habláramos, pero después de minutos ambos sintieron la mirada de Martina sobre nosotros. Quizás no debí decirle que hoy podíamos hablar.
—No te quita los ojos de encima —murmura Sander.
—Quiere que hablemos —les cuento.
—Entonces los dejamos —dice Patricio guiñándome un ojo —No debes perder a ese bombón.
—No se va... —ni siquiera logro terminar porque soy interrumpido por mi amigo.
—Vamos, Sander. Dejemos al galán.
En cuanto ambos despegan el trasero de sus asientos, tomo mi celular para buscar el número de Clara. Es la única capaz de poder salvarme en este momento.
Vanni: Código M. Necesito que me salves ahora ya.
Ni siquiera espero la respuesta, porque Martina ya está frente a mí.
—¿Ahora si podemos hablar? —asiento.
—Aunque la verdad es que no tenemos nada de que hablar.
—Quiero arreglar... —la interrumpo.
—Vamos afuera. No quiero hablar aquí.
Me levanto de mi lugar y ella sigue mis pasos, sin embargo, nos detenemos en la puerta del salón, ya que Clara ha aparecido en mi campo visual. Mi mejor amiga apareció a mi rescate.
—Hola, Vanni —me sonríe.
—Hola, Florecilla —paso mi brazo por sus hombros para atraerla a mi cuerpo, a lo que rápidamente Martina pone mala cara.
—¿Podemos movernos? —pregunta mi ex novia.
—¿Vamos? —le pregunta a Clara, algo que va a molestar a Martina.
—Necesito que hablemos a solas —Martina se cruza de brazos.
—Todo lo que quieras decirme, puedes hacerlo frente a ella —me encojo de hombros.
—Hablo en serio, Giovanni.
—¿Te molesta si voy con ella? —le pregunto a mi mejor amiga.
—Que sea rápido —responde ella.
—A tu orden, Florecilla.
Me acerco a ella y comienzo a besarla, como parte de mi plan para espantar a mi ex. Clara se pone tensa por unos segundos, pero rápidamente comienza a responder a mi beso. Quizás debí decirle que el código M sería con beso incluido, para hacerlo un poco más natural.
