Esa nota enviada por Patricio me ha mantenido inquieto durante toda la hora de clase. Kiara a mi lado habla y habla, ya que no estamos haciendo nada porque el profesor está revisando algunas calificaciones. Sin embargo, a pesar de que mi amiga transmita como un disco rayado, no soy capaz de ponerle atención a sus palabras, solo pienso en qué haré cuando suene la campana.
¿Debería enfrentarme de una vez por todas a Patricio? ¿Debería escapar como lo he hecho toda mi vida?
—¿Algo que decir? —la voz del maestro me hace volver a la realidad y me doy cuenta de que su mirada está fija en Giovanni y Sander, porque Patricio ya no está en el lugar.
El par de chicos se encoge de hombros, dando a entender que no tienen idea de donde está metido su amigo, pero creo que yo tengo en claro donde está él en este momento.
Dejo mi mirada clavada en el parcito, quienes cuchichean entre ellos, de seguro hablando de Patricio, hasta que me vuelvo a girar a la ventana y me concentro en como el viento arrastra las hojas.
En cuanto el toque se hace presente me levanto de golpe y ni siquiera me despido de Kiara, sino que salgo disparado al baño a darle fin a esto.
—El chico correcto esperó hasta el toque —es lo primero que escucho al atravesar la puerta del baño.
—Patricio —trago notoriamente.
—Pitricii —voltea los ojos —Es lo único que dirás, ¿mi nombre? Qué gran logro, marica.
—¿Solo me has pedido venir para poder insultarme?
—¿Insultarte? —se burla —Solo he dicho verdades, marica.
—Por un momento de verdad pensé que quería conversar —confieso —Pero no me voy a prestar para esto.
Decidido me gira para abrir la puerta, pero sus palabras me detienen.
—No te atrevas.
El girarme para verlo una vez más me hace perder tiempo y él ya está frente a mí. Me empuja contra la puerta y me deja acorralado.
—¿Qué es lo que tienes? —me pregunta con la voz cargada por la rabia —¡¿Qué mierda es lo que te hace tan especial?!
—¿Qu... qué?
—¿Por qué tú? —le da un golpe a la puerta, el cual retumba en mi espalda —Lo tengo todo, si quiero puedo tener el mundo a mis pies, pero él te sigue escogiendo a ti ¡Una persona ordinaria e insignificante! —eleva el tono de su voz.
Suelta unas maldiciones por lo bajo, mientras repite una y otra vez que soy una basura a su lado, pero sigo sin comprender el trasfondo de todo.
—Yo... Patri...
—¡Tú nada! —se aleja de mí y patea un contenedor de basura. —¿Qué hiciste? ¡¿Qué hiciste para que él se fijara en ti?!
—¿De qué hablas?
—¿Qué de qué hablo? —suelta una risa fingida —¿Crees que no sé qué llevas todo el semestre moviéndole el culo a Giovanni?
¿Giovanni? ¿Él sabe sobre Giovanni conmigo? Pero...
—Años ¡Llevo años siguiendo a Giovanni en todo! —se apoya en el borde del lavado —Años en los que mi mundo ha girado en complacerlo, en decirle si a todo, años soportando que todas corran detrás de él —clava su mirada en el espejo y de queda por unos segundos en silencio mirando su reflejo. —Martina fue su única novia oficial —se gira a mirarme —por eso las demás no me importaron, busqué a toda costa que se separaran sin que él lo supiera y lo logré, logré que ella lo engañara.
—¿No... no pensaste en él? —me atrevo a preguntar —En sí eso le haría daño.
—Pues no le hizo daño —responde de forma automática —Ya no vale la pena ponerse en escenarios.
—¿Cómo lo sabes?
Patricio está alterado, las venas de su cuello se marcan y el color rojo en su rostro aumenta, pero a pesar de ello, pareciera estar dispuesto a ceder para responder mis preguntas. Como si me odiara, pero a la vez supiera que no lo voy a juzgar.
—Los he observado —responde —Por mucho tiempo. Contigo él es diferente.
Significa que Giovanni no le dijo nada y si bien nadie debería alegrarse de ser el secreto de otra persona, sé que en parte lo hizo porque conoce a Patricio y sabe que no es tema para el cual él estaba preparado.
—¿Por qué tú? —se acerca a mí —¿Qué tienes? ¿Qué te hace especial para él? —me quedo en silencio —¡Responde!
—No... no lo sé.
—¡¿Qué no lo sabes?! —con una de sus manos aprieta mis mejillas y me obliga a mirarlo fijamente —Te odio, Moretti, te metiste con la persona que no debías, te metiste con lo mío y juro por mi puto imperio que te voy a destruir —cada vez aprieta más mi rostro —No voy a dejar que una basura insignificante como tú me quite lo que me pertenece.
Por primera vez mi cuerpo actúa a mi favor y le doy un empujón que lo aparta de mí y lo hace caer de culo contra el piso.
Abro la puerta y la cierro tras de mí, como una manera de hacer tiempo. Al salir al pasillo hay varias personas rondando en el lugar, pero como si todo estuviera en mi contra, veo a un tipo sostener a Kiara, lo que me deja claro que debo rendirme. No tengo escapatoria. Si no quiero que dañen a los míos, debo dejar que me vean como el objetivo.
Antes de poder girarme para enfrentarme a Patricio, mi cuerpo impacta el suelo del pasillo, dejándome en claro que no tengo escapatoria.
Cuando el primer golpe impacta contra mi rostro, me quedo inmovil, no hago nada. Escucho los gritos de Kiara, pero no solo los de ella, sino que más voces se unen, sin embargo, sigo sin hacer nada. Enfrentar a Patricio podría ser peor.
Me acostumbré a los golpes de mi padre, porque siempre me interponía entre él y mis hermanos, quería evitar que dañaran a alguien que amo y ahora pretendo hacer lo mismo, prefiero ser yo quien sufra las consecuencias por no ser comprendido. Pero también lo hago por Giovanni, porque prefiero que su amigo muela el piso conmigo, a que en algún momento de arrebato lo intente contra él.
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Hola estrellitas, capítulo cortito, pero se hace el esfuerzo.
Próximamente vendrán capítulos cortos y ya entenderán la razón
Besos 💋
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El Rey De Roma #3
Teen FictionEl amor puede llegar de diferentes formas a revolucionar tu mundo. Crees que tienes todo claro en la vida, que no dudas de nada, que estás con la persona correcta. Pero luego llega esa persona que puede mostrarte que vivías entre unas paredes que es...