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Cuando pensé que el tema con Martina se había dado por finalizado, vuelve a aparecer frente a mí

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Cuando pensé que el tema con Martina se había dado por finalizado, vuelve a aparecer frente a mí.

—Tenemos que hablar —dice obstruyendo mi camino al vestidor.

—No tengo tiempo —miento.

—Solo será un minuto —apoya sus manos en mi pecho para intentar detenerme.

—Hoy no tengo tiempo —le dejo en claro, aunque el día de hoy el tiempo me sobra.

Y por muy estúpido que suene, me gusta dedicarle este tiempo a mis pequeñas discusiones con Moretti. Estar con él en los vestidores, mientras nos lanzamos insultos, conversamos o terminamos a golpes, me hace sentir extrañamente bien. Y es algo que debo frenar, luego de verlo en mis sueños y en la cercanía que hubo en la cocina de mi casa, debería mantenerme a mínimo mil metros de distancia. Sin embargo, no puedo, no puedo porque algo me atrae a él.

—Giovanni, te estoy hablando —la voz de mi ex novia espanta mis pensamientos.

—Hoy no, Martina —la esquivo —Quizás mañana —digo con la esperanza de que me deje y eso parece tener efecto.

Me alejo de ella y entro al vestidor donde aún quedan algunos de los chicos. 

Moretti suele entrar cuando no queda nadie, por lo que tendré que esperar para molestarlo un poco, ya que de seguro está aguardando que salgan más personas para poder ingresar.

—¿Te unes? —me pregunta Sander.

—¿Unirme a qué? —pregunto incrédulo —Acabo de llegar.

—Borrachera de media semana —me explica Patricio —Cami dijo que se unía más tarde y que iría con su prima.

—¿Cuál prima? —pregunto por mera curiosidad.

—La que te tiene ganas —responde Patricio.

—Convence a Clara de ir —ruega Sander.

—Deja de intentarlo con mi mejor amiga —volteo los ojos —Además, paso.

—Últimamente, estás rechazado nuestras salidas —dice Patricio en un tono no muy agradable.

—No quiero problemas con papá —me encojo de hombros —Creo que la cagué lo suficiente cuando choqué el auto.

—¿De cuándo te importa lo que piense tu padre? —arquea una ceja.

—Ya déjalo, Patricio —interviene Sander —De seguro el fin de semana nos acompaña —asiento para que Patricio deje de joder.

—Más te vale —me señala con el dedo.

Ambos toman sus bolsos para salir y es cuando Moretti decide hacer su aparición.

—Eh, Moretti —dice Patricio pasando su brazo por los hombros del mencionado —¿Quieres ser el reemplazo de Giovanni por hoy?

El Rey De Roma #3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora