Las gotas de lluvia se escuchan fuertemente impactar contra el techo de la casa y a pesar de que es un tanto ruidoso, a mí me parece bastante relajante.
Unos golpes en la puerta suenan de forma escandalosa, por lo que me apresuro a levantarme del sofá y detener a mamá.
—Alto —le digo —No abras.
—Pero están goleando.
—¿Escuchaste la forma en la que golpearon? —asiente —Puede ser peligroso. Iré yo.
—Leo, no es necesario... —la interrumpo.
—Iré yo —repito —No te asomes.
Acumulo todo el valor dentro de mí y me acerco a la puerta con una postura segura para parecer intimidante ante la persona que espera al otro lado.
—¿Qué... qué...? —intento decir al ver al dueño de los golpes —Andreotti.
—Moretti —dice como si estuviera molesto.
—¡Leo! —escucho a mamá llamarme con un tono preocupado.
—Nada de que temer —le digo. O al menos eso creo.
—¿Todo bien? —pregunta ella asomando su cabeza —¿Lo conoces? —asiento —Hazlo pasar —dice en tono educado.
Me hago a un lado y dejo entrar al chico empapado de agua.
—No te muevas —murmuro —Y quítate los zapatos —señalo sus pies —Mamá, ¿Me acompañas a la cocina?
Mamá hace caso y sigue mis pasos a la cocina. En su rostro se puede ver reflejada la curiosidad, pero también la confusión ante la situación.
—Es mi compañero de clases —me apresuro a decir —Y no sé qué hace aquí.
—Debe ser algo importante para aparecer en medio de la lluvia.
—Él es un poco extraño —o al menos lo es conmigo —¿Te molestaría darme un poco de espacio?
—Estaré en mi habitación —me sonríe de manera amable —Si necesitas algo me avisas.
Asiento y ella desaparece del lugar, por lo que me apresuro a ir al baño para sacar una de las toallas del cajón. No quiero que Andreotti desparrame agua por mi hogar.
—Toma —le extiendo la toalla a Giovanni, quien aún sigue junto a la puerta —¿Qué haces aquí? —pregunto con intensiones de que esto se acabe lo más rápido posible.
—Iré directo al grano, Moretti —dice bastante serio, algo que la verdad, no me sorprende —¿Has robado algo de mi casa?
—¡¿Qué?! —suelto más alto de lo que esperaba.
—Lo que escuchaste —se cruza de brazos.
—¿Quién te crees que eres para venir a mi casa a insinuar que soy un ladrón?
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El Rey De Roma #3
Teen FictionEl amor puede llegar de diferentes formas a revolucionar tu mundo. Crees que tienes todo claro en la vida, que no dudas de nada, que estás con la persona correcta. Pero luego llega esa persona que puede mostrarte que vivías entre unas paredes que es...