El amor puede llegar de diferentes formas a revolucionar tu mundo. Crees que tienes todo claro en la vida, que no dudas de nada, que estás con la persona correcta. Pero luego llega esa persona que puede mostrarte que vivías entre unas paredes que es...
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—¿Qué mierda hacemos dentro de una universidad? —es lo primero que pregunta Giovanni al bajarnos del auto.
Miro la pantalla de mi celular y reviso lo que me dijo Cameron, porque a pesar que dije que no quería hablarle, lo hice solo para saber donde era la fiesta. En cierto punto me agrada la idea de que él sepa que estaré aquí.
—Es por aquí —les indico y comienzo a caminar al edificio principal de la facultad en la que estamos.
Me giro a mirar a los chicos y ellos se miran un poco extraños ante la situación, pero aun así me siguen.
Entramos a un edificio donde hay un guardia durmiendo junto a los monitores de las cámaras de seguridad, que por cierto están apagados. Por lo demás está todo vacío y en completo silencio.
—Es por acá —señalo una puerta.
La empujo y da a una escalera que lleva hacia un piso inferior, lo que me causa un poco de pánico, como solo es alumbrado por una tenue luz roja que le da un aspecto tenebroso.
—Esto no me está gustando —murmura Clara detrás de mí.
Ignorando el comentario de mi amiga, sigo bajando hasta encontrar otra puerta. Un poco temeroso la abro y un golpe de música me invade de un segundo a otro ¿Cómo es eso posible?
Lo primero que veo es a un tipo de cabeza con una manguera que da directo a un barril de cerveza. Al parecer son bastante alocados.
—Vale, Moretti —siento un golpecito en el brazo y me giro para mirar a Giovanni un tanto impresionado —No te tenía fe, pero esto está cool.
—¡Yo quiero hacer eso! —chilla Clara mirando a unas chicas que están bebiendo sobre un taburete, apoyadas en un solo pie.
—Ni de coña —la regaña Giovanni.
—Vamos, Vanni. Esta noche es para perder el conocimiento —Clara mueve sus cejas —Excepto tú —mira a mi hermano.
—Tú ganas —responde Giovanni con una sonrisa.
Es más que obvio que ese chico solo quiere divertirse, pero primero tiene que joder un poco a su mejor amiga, siendo como un mini papá.
—¡Vamos! —Clara una vez más toma a mi hermano y lo arrastra entre las personas.
—¿Tu hermano siempre deja que lo dominen así de fácil?
—Creo que se siente agradecido con la invitación de Clara —me encojo de hombros —Así que deja que ella haga de las suyas.
La verdad es que Matteo deja que Clara lo trate como un pequeño títere desde que se conocen, pero no en el mal sentido, sino que cada vez que ella dice algo él la apoya.
—Vale, ahora abúrrete solo —Giovanni me da un nuevo golpecito en el brazo —Porque este bebé se va a divertir.
El rey de Roma se hace paso entre la gente y a pesar de que se puede percibir que las chicas en este lugar son mayores que él, lo miran como si quisieran comérselo bañado en chocolate. Aunque debo admitir que en cierto punto las entiendo, porque el condenado se ve bastante bien en prendas de ropa oscura, sin embargo, quiero creer que eso se debe a que todos lucen bien en un outfit negro.
