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Así que ese es el tal Cameron

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Así que ese es el tal Cameron. Es el tipo de la heladería y lo que deja en claro porque su nombre me resultaba familiar.

Desde la distancia miro de manera atenta al parcito, como si eso me ayudara a descifrar lo que están hablando. A pesar de las luces parpadeantes cegándome, puedo divisar como el tipo le toma la mano a cabello loco y él parece quedar paralizado ante la situación.

¿Le gusta ese tipo que suele vestirse como un anciano?

Vale Moretti, algo me decía que lo tuyo no eran las chicas, porque ni siquiera miró como un degenerado a Clara y eso que se ve fenomenal, pero aun así creí que tenías mejor gusto, chico italiano.

Leonardo se aparta del tipo con vibras de anciano y sale disparado a un lugar en el que estuve yo hace unos minutos. El baño.

—¿Escapando de algo? —pregunto llamando su atención.

—¿Yo? —asiento —¿Por qué escaparía de algo? —me encojo de hombros.

—No sé, dímelo tú.

—No escapo de nada —niega con la cabeza.

Si el tipo universitario perdió su oportunidad de conquista, ahora puedo aprovechar de entrar al juego y tomar las riendas para averiguar sobre la vida de Moretti.

—¿Me acompañas por algo de beber? —pregunto sin rodeos.

—¿Qué?

—¿Acaso eres sordo? —volteo los ojos —No digamos que aquí la música se escucha del todo —le doy un golpecito a la pared —tienen una buena construcción.

—Yo... no se me apetece beber.

—Vele el lado positivo —me despego de la puerta —Tú te liberas de tu amiguito Adán y yo me tomo una copa.

—¿Quién dice que quiero librarme de él?

—Yo —digo en tono arrogante —Vamos, Moretti, la oferta tiene fecha de expiración.

—Yo... —lo duda por unos segundos, pero finalmente asiente.

Parte uno. Lista.

Camino a la barra improvisada y le pido al tipo del barril dos vasos, uno para mí y uno para él.

—No quiero —niega cuando se lo extiendo.

—¿A qué le temes? —pregunto en tono burlón —No le puse veneno.

—Que gracioso —voltea los ojos —No bebo.

—¿Estás de broma? —niega con la cabeza —Anda hombre, es solo una noche —niega con la cabeza una vez más. Que difícil me la pone, tendré que hacerme el amistoso para lograr algo —Puede que un vasito ayude a que nos toleremos por un noche —le guiño un ojo —Luego si quieres volvemos a intentar matarnos.

El Rey De Roma #3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora