—¿Podrías dejar de sonreír como estúpida cada 5 minutos? —le digo a Clara.
Hoy el día está soleado y el aire se siente un poco más tibio, por lo cual la he invitado al centro comercial a pasar el rato.
Nos encontramos en la terraza exterior comiendo, pero ella en vez de comer, solo se dedica a jugar con el popote de su refresco y vuelve a sonreír una vez más.
—La primavera es tan hermosa —dice mirando una flor artificial.
—Sabes que eso es falso ¿Verdad?
—Siempre arruinas todo, Vanni —voltea los ojos.
—Me preocupa tu alto grado de felicidad durante el último tiempo. Sé que me ocultas algo, Clara —la señalo con el dedo.
—También sé que me ocultas algo, Giovanni.
Uf, hemos utilizado nuestros nombres, nada de apodos, eso significa que si esconde algo y está más que claro que yo también escondo algo, y al parecer ella sabe que me encuentro en esa posición.
Leonardo Moretti, mi secreto.
Han pasado tres semanas desde que fuimos al lago y las cosas han ido bien. En el colegio seguimos evitándonos, incluso los días martes nos hemos mantenido distantes, pero nos hemos mensajeado por las noches, he ido a la heladería, aunque para mi mala suerte me he topado con el anciano con el que estuvo saliendo y me molesta un poco ver que se lleven bien. Durante los dos fines de semana siguiente me he quedado en casa cuando va a cuidar a mis hermanos y los días domingos lo fui a visitar en la tarde, por lo cual estuvimos rondando en un parque cerca de su casa.
Si bien hoy es sábado, y sé que en un rato llegará a casa, he querido pasar tiempo con Clara, ya que últimamente solo estábamos compartiendo en los recesos del colegio.
—Así que si escondes algo —le digo.
—Así que tú también escondes algo.
—Quizá —me encojo de hombros.
—Quizá yo también esconda algo —también se encoge de hombros.
—Clara Bonnet, dime ahora que escondes.
—Giovanni Andreotti, dime ahora que escondes —repite mis palabras.
—Ya basta —volteo los ojos —Ya dime que pasa contigo. Últimamente, no hemos pasado tiempo juntos y te has mostrado bastante feliz. No quiero creer que tu buen humor es por mi distanciamiento.
—Claro que no es por eso, Vanni —se ríe —Pero tú has estado extraño y no me has dicho que pasa contigo.
¿Espero a que ella me confiese en que anda metida? O ¿Le cuento parte de mi secreto? Omitiendo los detalles más relevantes, como que le estoy metiendo la lengua a su amigo.
—Estoy conociendo a alguien —digo sin rodeos.
—¿Qué? —pregunta sorprendida —No me esperaba eso. No sueles ser discreto con tus conquistas.
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El Rey De Roma #3
Teen FictionEl amor puede llegar de diferentes formas a revolucionar tu mundo. Crees que tienes todo claro en la vida, que no dudas de nada, que estás con la persona correcta. Pero luego llega esa persona que puede mostrarte que vivías entre unas paredes que es...