Parte 4

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—¡Hola... llegué!

—Taeyang... como te fue? — le pregunta a su hermano aún agitado por el nerviosismo que lo invade. Se acomoda la camisa dándose cuenta de que le faltan algunos botones. Cruza sus brazos para no dejar entrever su estómago intentando sin éxito disimular su intranquilidad.

—Bien ¿y tu amigo ya se fue? —pregunta mirando a su alrededor.

—No no... él está en el baño.

—Excelente, porque traje comida para todos.

—Genial, eh... porque ten-tengo... tenemos hambre —. Desde niño Jungkook trastrabilla cada vez que está nervioso. Taeyang lo sabe, así que para es evidente que él está al borde de una crisis nerviosa.

Jimin sale del baño y se acerca a Taeyang para saludarlo. Él sabe disimular mejor.

—Hola. —lo saluda con buen humor.

—Hola Jimin, espero que tengas hambre porque traje mucha comida. Mientras ustedes preparan la mesa, yo iré a lavarme las manos al baño.

—¡Espera! —Jungkook repentinamente recuerda el desastre que quedó en su habitación, la que está de camino al baño. Será inevitable que su hermano note el vendaval que pasó por ahí hace algunos minutos. Su hermano lo mira levantando las cejas esperando que termine la frase, pero Jungkook lo observa tratando de hilar algunas palabras para sonar razonable. No puede.

—Creo que tu hermano está apurado por ocupar el baño —, le dice Jimin a Taeyang y fuerza una sonrisa en sus labios, —ve rápido para que podamos comer pronto. Yo tengo que hacer una llamada.

Jungkook entra al baño y Jimin va a la habitación y simula llamar por celular a alguien mientras estira el cobertor de la cama, guarda el gel azul que está sobre la mesa de noche. Revisa que todo esté en su lugar. Sólo los zapatos de ambos están tirados por ahí. Jungkook sale del baño y va a cambiarse la camisa.

Luego regresan y preparan la mesa mientras Taeyang va por fin al baño a lavarse las manos.

Sentados en la mesa, Jungkook aún se nota algo nervioso.

—¡Ah! Qué rico —, dice Jimin con la vista clavada en Jungkook y sonriendo con el descaro que lo caracteriza. Jungkook lo mira espantado luego se concentra en su comida.

— ¿te cambiaste de ropa? — pregunta Taeyang mientras sonríe burlón.

Definitivamente ambos quieren molestar a Jungkook.

—Ah sí, es que no quería ensuciar la camisa del trabajo.

Jimin lo mira y le enternece su comportamiento. La conversación se torna relajada y entretenida. Jungkook recoge los platos y los lleva a la cocina para lavarlos.

—Déjame ayudarte —. Le dice Jimin.

—Hum... yo puedo, no te preocupes.

—¡Pero Jungkook! ¿Por qué nunca quieres aceptar mi ayuda?

Jungkook lo mira y se queda en silencio por un momento.

—Eso no es verdad.

—Sí lo es, pero está bien. No vamos a discutir por eso —. le dice con ternura mientras le toma la barbilla con una mano. Tiene un enorme deseo de volver a besar sus labios. Pero se limita a enviarle un beso volador.

Jungkook observa primero a su alrededor para cerciorarse de que su hermano no los esté mirando y le devuelve el beso volador. Ambos se ríen.

—Él ya lo sabe —, le susurra Jimin al oído, —y se lo está tomando bastante bien.

—¿Lo crees? —le pregunta mientras tuerce su boca hacia un lado.

—Estoy seguro.

—No lo sé... ¿por qué no me lo pregunta entonces?

—Porque no quiere incomodarte más de lo que ya estás. Yo tampoco quiero hacerlo. Tú debes decidir cuándo será el momento para sincerarte con tu familia, tus amigos, con quienes tú quieras.

—¿Sabes? No me siento preparado aún.

—Está bien hermoso, yo te entiendo. — Jimin lo reconforta acariciando el mechón de cabello que cae en su frente.

Tal como lo piensa Jimin, Taeyang ya no sospecha, sino más bien, tiene la certeza sobre la homosexualidad de su hermano menor. Lo entiende y quiere apoyarlo. Simplemente esperará a qué Jungkook tenga la confianza para confidenciarle sus emociones.

—Mañana debo ir a Seúl con mis padres, estaré unos días allá, antes de partir a a Tokio. Tendré unas pequeñas vacaciones.

—¿Por cuánto tiempo te irás? —pregunta Jungkook con el corazón dolorido.

—Estaremos en Tokio durante una semana ¿me esperarás, Kookie?

—Sí, te esperaré —. Le contesta con una sonrisa y mordiéndose el labio inferior.

—¡Nos vemos, Taeyang!

—Adiós Jimin.

Ambos salen a despedirse a la entrada de la casa.

—¡Ven aquí! — Con ambas manos Jungkook sostiene el rostro de Jimin y lo besa en los labios, quien le responde el beso colocando sus manos sobre el pecho deslizándolas luego hacia los hombros para terminar enredando sus brazos por su cuello. Jungkook rodea la cintura de su amante con sus largos y fuertes brazos. Se detienen en un ferviente beso. Es un beso de despedida, pero ambos desean que sea el inicio de lo que quedó pendiente antes, cuando la pasión fue interrumpida de manera abrupta.

—Te extrañaré. No te imaginas cuánto —. Le dice Jimin mientras deja escapar un suspiro. Recibe como respuesta una dulce sonrisa y otro beso tierno.

—También te extrañaré.

Jimin se va.

Jungkook va a su habitación en donde su hermano ya se ha quedado dormido mirando la televisión. Lo despierta y lo ayuda a inflar el colchón para instalarlo en la sala. Luego se acuesta y mira una película, o al menos lo intenta. Su mente solo puede recordar los besos y las caricias de Jimin. Se siente muy enamorado de ese chico. Mientras su mente divaga por los deliciosos pasajes que ha vivido junto a Jimin, una sonrisa se asoma y un agradable cosquilleo en su entrepierna. De repente su palma sujeta la incipiente erección por la base y luego desliza su mano con firmeza hacia arriba y repite la acción una y otra vez. Súbitamente, recuerda que su hermano está en la sala y frustrado con la situación se acomoda la ropa interior y se concentra en la película. Tampoco lo logra esta vez.

Un desastroso pensamiento pasa por su mente: "¿y si Jimin conoce a alguien que lo haga sentir mejor que yo, que le haga sentir sensaciones que yo no he sido capaz de entregarle?" Pronto los pensamientos ya no son desastrosos, ahora son terroríficos. 

ENCANTADOR  - Jikook/KookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora