ENCANTADOR - Jikook/Kookmin

Parte 24

—Dejemos que Jungkook descanse. A partir de mañana pueden visitarlo con regularidad —le dice el médico quien en ese momento entra a la habitación.

Jimin asiente con la cabeza y vuelve su mirada a Jungkook nuevamente.

—Te vendré a ver todos los días, amor —le dice mientras le toma ambas manos y le sonríe.

Jimin se despide con un tierno beso en la boca, el que es correspondido nuevamente por su novio, quien ya se nota algo cansado, aun así, le regala una sonrisa.

Jimin se va a su departamento, a su lujoso, pero solitario departamento como cada noche desde que ocurrió el accidente de su novio.

Él me sonrió y me besó. Me recuerda entonces. Pero... ¿Por qué no me habló?

Su mente comienza a divagar y secretamente planea al día siguiente interrogar al médico sobre sus dudas. Dentro de toda la preocupación que aun siente, está feliz de haber visto a su hermoso Jungkookie, de haberlo besado y de haberle dicho que lo ama. Jimin siente que lo ama incluso más que antes.

Al día siguiente, cuando fue al hospital, Jimin no tiene el valor para hablar con el médico, ni con la familia de Jungkook. No quiere recibir una eventual mala noticia que pudiese interferir en el momento de felicidad que está viviendo después de haber sufrido durante tanto tiempo mientras Jungkook estuvo en coma, sin saber siquiera si despertaría.

Durante los días posteriores, Jimin visita a su novio diariamente y comparten besos, caricias, miradas y sonrisas. Jimin le cuenta sobre sus pensamientos, emociones, ideas, incluso le comenta los planes que tiene para el futuro. El tiempo de visita es limitado, por lo que los momentos con Jungkook son aún más valiosos y preciados para él.

Como todos los días, Jimin llega al hospital a visitar a su novio y la madre de Jungkook lo recibe con una enorme sonrisa.

—¿Qué ocurre? —le pregunta curioso.

—Sólo ve a verlo —le contesta ella.

Jimin entra a la habitación, pero Jungkook no está en la cama. De repente lo ve salir del baño caminando asistido por una enfermera. Jungkook se sorprende al verlo y le sonríe mostrándole sus hermosos dientes de conejo, lo que enternece mucho a Jimin.

—¡Ya puedes levantarte de la cama!

La enfermera lo ayuda a recostarse sobre la cama, lo cubre con una manta y se va.

—Mi Jungookie hermoso, estoy tan feliz por ti —le dice su novio luego de saludarlo con un beso en la boca.

Jungkook le sonríe nuevamente.

—Te amo —le dice repentinamente su Jungkookie mientras toma la barbilla de Jimin con la mano.

Jimin no puede creer lo que oye. Jungkook puede hablar y sus primeras palabras hacia él son: te amo. Además, le ha hecho una pequeña caricia en el rostro. Por fin la pesadilla está terminando. Si bien es cierto, Jungkook todavía no puede mantener una conversación fluida, puede expresarse y entender con claridad.

— Te prometo que pronto saldrás de aquí y podrás hacer todo lo que quieras hacer, amor. Yo te cuidaré, esta vez sí te protegeré.

Jungkook lo mira desconcertado y le toma la mano. Se da cuenta de que Jimin se siente culpable por lo que le pasó a él. Y eso es muy cierto. Jimin siente remordimiento por no haber acompañado a su novio a su casa ese día.

—No fue tu culpa, mi amor.

Jimin lo abraza, no obstante, nada de lo que alguien pueda decirle hará que cambie de idea.

Cuando Jimin sale de la habitación su madre le comenta que Jungkook no recuerda lo que le ocurrió. No sabe quién lo agredió.

Cada noche, al llegar a su hogar, tiene una idea recurrente en su mente. Averiguar quién le hizo daño a su amor. Para él está muy claro: Suni es la responsable.

¡Ella tiene que recibir un castigo por lo que hizo!

Jimin no descansará hasta darle un escarmiento a Suni, a su hermano y a quien sea necesario.

Luego de una semana, llama a su padre.

—Jimin...

—Necesito pedirte algo.

—¿Estás bien?

—Si, estoy bien. Necesito hablar contigo ¿Puedes venir?

—Claro. Mañana a primera hora estaré allá.

Al día siguiente Jimin se levanta muy temprano para esperar a su padre.

—Hola hijo.

—Hola, pasa.

—¿Cómo está... Jungkook?

Jimin se sorprende con la pregunta de su padre.

—Está recuperándose.

—Me alegra escuchar eso.

—¿En serio? —le pregunta incrédulo con el ceño fruncido.

—Por supuesto, Jimin.

—Padre, necesito que me ayudes.

—Claro ¿Con qué?

—Sé que tienes contactos en todos lados y quiero... necesito que me ayudes a encerrar en la cárcel a la persona que le hizo daño a Jungkook.

—¿Tú sabes quién lo hizo?

—Sí, lo sé.

—Pero ¿Cómo lo sabes? ¿Estás seguro Jimin?

—¿Me ayudarás o no? Nunca te pido nada y cuando lo hago me cuestionas...

—Está bien, te ayudaré. Solamente me preocupa que te puedas meter en problemas con alguien.

—Estaré bien, no te preocupes por eso.

—De acuerdo. Le pediré a mis abogados que se encarguen de todo, ellos se comunicarán contigo para preguntarte los detalles y después yo hablaré con quien tenga que hablar.

—Está bien. Pero preferiría que no le digas nada a mi madre, no quiero que se preocupe.

—No hay nada de malo en contárselo, pero si así lo prefieres...

—Lo prefiero así.

Jimin se despide de su padre y se va al hospital. No le cuenta a nadie sobre la conversación que sostuvo con él.

Hoy el médico le informará a la familia sobre los resultados de los exámenes realizados a Jungkook que develarán las probables secuelas neurológicas para saber qué tratamientos debe seguir.

—¿Cómo te has sentido, amor?

—Bien, un poco cansado a veces.

—Ya te sentirás mejor, cada vez mejor.

El médico habla con los padres de Jungkook y les informa que debe comenzar una terapia psicológica que lo ayudará a lidiar con las secuelas psíquicas y emocionales que le ha provocado el haber estado en coma durante tanto tiempo. También deben hacerle fisioterapia para recuperar su capacidad respiratoria y la fuerza y movilidad de sus músculos y articulaciones, pero que no presenta secuelas neurológicas importantes, excepto la pérdida temporal de la memoria sobre los hechos directamente relacionados con el episodio traumático.

Jungkook no puede recordar quién lo agredió.