Parte 20

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—¿Jimin? ¿Qué haces aquí?

El padre de Jimin se sorprende al verlo en la habitación de Jungkook tan temprano. Su hijo lo mira desafiante, aunque siente que el corazón le palpita en el oído ya que está muy nervioso.

—Dormí aquí.

Su padre ríe y niega con la cabeza.

—Vine a despedirme. Adiós Jungkook.

—A-adiós —le responde atónito.

—¿Me escuchaste, padre? —insiste Jimin.

Su padre lo mira extrañado frunciendo el ceño.

—¿Que dormiste aquí?

—Si, padre, dormí aquí y tuvimos sexo.

Jungkook traga saliva y baja la mirada al percatarse de que el padre de Jimin lo observa perplejo.

Jimin no denota ninguna expresión en su rostro. Mira fijamente a su padre esperando alguna reacción. Pero éste no reacciona.

—Debo irme —le dice y luego se va.

Jungkook mira sorprendido a su novio por la reacción que ha tenido el padre y nota que se siente frustrado.

—Él nunca dice nada cuando se trata de mi vida. Debe ser porque no le interesa ni un carajo lo que me pasa —dice mientras resopla y niega con la cabeza.

—Quizás le impactó la noticia y no sabe qué decir.

—¿Pero no demostró ninguna emoción en su rostro? Ni siquiera enojo, ni vergüenza. Y créeme que conozco muy bien esas caras en él.

Jungkook se levanta de la cama y abraza Jimin para reconfortarlo.

—Lo importante es que diste un gran paso. Por fin pudiste contarle a tu padre la verdad.

Jimin alza los hombros en señal de conformidad y le da un sonoro beso a Jungkook.

—¿Bajemos a tomar desayuno con mi madre?

—Sí, vamos.

Desde niño el padre de Jimin lo obligó estrictamente a cumplir con los horarios de las comidas en su casa. Así que a las 8 en punto bajan al comedor en donde su madre los espera.

—Buenos días ¿Cómo durmieron?

—Muy bien, madre.

—Bien, gracias señora.

—Me alegra oírlo.

Mientras se sientan, repentinamente aparece el padre de Jimin y se sienta en frente de él.

—Pensé que te habías ido —le dice Jimin con seriedad.

—Hice un cambio de planes —le responde a su hijo sin ni siquiera mirarlo. Su rostro era de total normalidad ya que él es un hombre parco siempre.

La madre, quien ya sabe que su hijo es homosexual y cuyo novio está sentado junto a él, se esmera por conocer más de la vida de Jungkook. Pero ella no es invasiva con sus preguntas, más bien, plantea temas de conversación para integrar a Jungkook y no hacerlo sentir incómodo.

Tienen una amena conversación mientras disfrutan de un opulento desayuno. A pesar de no estar acostumbrado a este tipo de lujos, Jungkook se siente cómodo porque sabe que Jimin se siente dichoso y tranquilo de que esté junto él.

—Jimin ¿Has pensado por fin en qué estudiarás? —le pregunta su padre, aún sin poder mirarlo.

Jimin lo observa por unos segundos esperando que su padre le dirija alguna mirada, aunque sea fugaz. Pero no lo hace.

—Sí padre, lo he pensado, pero aún no me he decidido.

—Todavía tienes algo de tiempo — le dice su madre mientras le toca el brazo.

—No mucho tiempo más —agrega el padre —Sabemos que nunca te gustado estudiar, pero deberías pensar en tu futuro. Yo no te mantendré toda la vida.

Jimin esta vez mira a su padre con furia y se inclina hacia delante para hablarle.

—¡Dinero es lo único que he recibido de ti durante toda mi vida! ¡¿O acaso nadie te ha dicho que eres una basura como padre?!

Su padre finalmente lo mira a los ojos, su cara está roja de rabia. Luego mira a su esposa, le toma la mano, se levanta de la mesa y se retira.

Jimin agacha la cabeza y se nota su respiración agitada. Jungkook le toma la mano y su madre le acaricia el mechón de cabello que cae en su frente y coloca detrás de su oreja.

—No sé por qué me odia tanto —dice casi sollozando.

—Tu padre no te odia, él te ama mucho, sólo que le cuesta demostrarlo. Tranquilo, yo hablaré con él —le dice su madre.

—No es necesario, mamá. Él ya sabe que soy homosexual así que imagino que hará de mi vida un infierno.

—¿Cuándo se lo contaste?

—En la mañana cuando me encontró en la habitación de Jungkook.

—¿Acaso los vio...?

—No, mamá —le contesta riéndose —si así hubiese sido yo creo que le da un infarto.

—¿Te trató mal?

—No, no dijo nada. Sólo se fue.

Todos se quedan en silencio por varios segundos.

—Lamento que hayas tenido que presenciar esto, Jungkook.

—Oh no se preocupe por mí, estoy bien.

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Esa tarde Jimin y Jungkook vuelven a casa. Llegan al departamento de Jimin.

—Debo ir a buscar algunas cosas a mi casa —le dice Jungkook.

—¿Te acompaño?

—No amor, descansa. Yo puedo ir y volver si me prestas tu camioneta.

—Por supuesto mi hermoso, ve, pero no te demores. Mientras tanto prepararé algo rico para que comamos.

Jimin se esmera en preparar toda la comida según las instrucciones que le había dado su novio en algún momento. Jimin no es un diestro cocinero, pero le había pedido a Jungkook que le enseñe algunas preparaciones.

Después de una hora, Jungkook aún no regresa. Jimin le escribe un mensaje, pero no recibe respuesta. Diez minutos más tarde lo llama, pero tampoco le contesta el teléfono. No quiere ser aprehensivo, pero se preocupa. El viaje de ida y vuelta a su casa no debió demorar más de 30 minutos. Después de 3 horas todavía no sabe nada de él. Toma un taxi y va a buscarlo, pero en su casa no hay nadie, no obstante, ve su camioneta estacionada en frente de la casa. Vuelve a su departamento y no sabe qué debe hacer. Sólo le resta esperar a que Jungkook se comunique con él.

¿Dónde estará? ¿Le habrá pasado algo?

A la medianoche Jimin recibe la llamada de Taeyang, el hermano de Jungkook.

—Jungkook está en el hospital, lo asaltaron.

—¡No puede ser! ¡¿Cómo está?!

—No muy bien... 

 

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ENCANTADOR  - Jikook/KookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora