Se monta presuroso sobre su bicicleta, no quiere llegar tarde al trabajo.
—¡Jungkook espera! — El grito lo hizo frenar en seco, se baja del asiento de la bicicleta para voltearse y mirarlo. Jimin corre hacia él y se detiene en frente agitado por su corta carrera. Aunque el ejercicio matutino lo energizó en alguna medida, la parranda alcoholizada de la noche anterior lo dejaron en mala condición física. Jungkook lo mira con inquietud.
—Olvidé pedirte tu número, no sé... ¿te gustaría que nos volvamos a ver? — le dice todavía cansado y extrañamente nervioso. Pero al ver la sonrisa de Jungkook su nerviosismo desaparece.
—Claro, me gustaría mucho —. Contesta mientras sonríe y baja la mirada hacia el suelo. De repente su timidez reaparece. Lo que a Jimin le encanta.
—Ok. Hum... lo anotaré —. Le dice sacando su celular del bolsillo del pantalón, Jungkook le quita el celular de la mano y él mismo guarda su número en los contactos.
—Marca mi número y guardaré el tuyo —. Se encorva un poco, lo toma de la barbilla para acercarlo a su cara y le da otro beso de despedida, pero esta vez en la mejilla. Se aleja tan rápidamente como puede, Jimin no alcanza a decir nada.
Se demora exactamente ocho minutos en llegar. Pronto está sumido en la rutina del trabajo diario: limpiando el piso y las mesas del salón. Ordenando los platos y cubiertos en cada una de las mesas que le corresponderá atender más tarde.
—Hola a todos ¿Cómo están? — pregunta el dueño y jefe de Jungkook quien acaba de llegar.
—Hola... todo bien. — Contesta Jungkook algo distraído, con las mejillas rosadas y una sonrisa que delatan los pensamientos que le recuerdan las escenas vividas esa mañana.
—Estaré en la oficina encargándome de temas administrativos toda la tarde. —Les avisa a quienes alcancen a escuchar.— ¿Tratando de cuadrar los números para poder pagarnos? ¿eso fue lo que quisiste decir? — Jungkook se burla de él mirándolo por el rabillo del ojo sin siquiera girar la cabeza con una media sonrisa en la cara y sin dejar de colocar uno a uno los platos sobre la mesa.
Minho frunce el ceño simulando estar ofendido, pero en realidad le divierten los comentarios de Jungkook. Aunque extrañamente no reaccionó muy animado. Se dispone a subir al altillo en donde se encuentra la pequeña y desordenada oficina cuando de repente recuerda algo y ladea la cabeza.
—Necesito hablar contigo, Jungkook. Ven por favor cuando termines lo que estás haciendo —. Un mal presentimiento llega a su mente, piensa que recibirá una de esas noticias que te joden el día, una reprimenda quizás o algo peor: el despido. Es tal la ansiedad de Jungkook por saber qué le dirá su jefe que abandona lo que está haciendo y sube a la oficina.
—¡Dime! —Minho lo mira y se ríe. Nota que Jungkook está afanoso por escucharlo.
—Siéntate por favor. Eh... bueno quiero preguntarte si crees poder hacerte cargo de algunas de mis funciones aquí en la cafetería por un tiempo, unos días. Debo viajar a Seúl a solucionar un problema.
—¿Tus funciones? Eh... claro, por supuesto —. Le contesta con un tono inseguro, aun procesando la información en su cerebro. Tratando de dilucidar los pormenores que significa aceptar esa responsabilidad. No porque no se sienta capaz hacerlo, más bien, por qué lo elije a él por sobre sus compañeros que llevan trabajando allí más tiempo. Además, quiere preguntarle qué le ocurre. Ahora Minho está más desanimado que antes. Tal vez sólo esté cansado, reflexionó.
—¡Excelente! me quitas un gran peso de encima.
—¿Cuándo debes viajar?
—Mañana.
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ENCANTADOR - Jikook/Kookmin
Fiksi Penggemar*Historia Kookmin* *JK Top - JM Botton* *Contenido Explícito* *Todos los Derechos Reservados* *Historia Original* Dos almas gemelas que están destinadas a conocerse y a estar unidas por un vínculo indisoluble, pese a toda la adversidad que el univer...