ENCANTADOR - Jikook/Kookmin

Parte 25

- Hoy le daremos el alta médica a Jungkook -informa el médico -Debe hacer reposo absoluto por al menos dos semanas.

-¿Qué significa eso exactamente? -pregunta la madre.

-Significa que debe estar en cama y sólo debe levantarse para bañarse e ir al baño. Por tanto, requerirá de cuidados permanentes en el hogar. La fisioterapia y la terapia psicológica la recibirá en casa.

-Entiendo.

Los padres de Jungkook deciden que la madre renunciará a su trabajo para cuidarlo en la casa de Jungkook, al menos por la primera dos semanas de reposo, debido a que los padres viven a 4 horas de ahí y Jungkook aún no está en condiciones de viajar según indica el médico.

-Yo puedo cuidarlo -les avisa Jimin -y así usted no deberá renunciar a su trabajo.

Jimin conoce los problemas económicos por los que están atravesando los padres de su novio. Además, él quiere cuidarlo y estar junto a él.

-Jimin, agradecemos tu ofrecimiento, pero pediré permiso en mi trabajo por una semana y después veremos. Por supuesto puedes estar con él todo el tiempo que quieras.

Jimin asiente con la cabeza con un sesgo de disconformidad.

La madre se queda en la ciudad cuidando a su hijo, mientras que el padre y el hermano retoman sus actividades en el trabajo.

Jimin y jungkook pasan el día juntos y en la noche Jimin vuelve a su departamento a dormir. Todos los días lo visita el fisioterapeuta para que realice los ejercicios de rehabilitación.

-¿Te gusta que estemos siempre juntos?

-Sí, mi amor ¿Qué pregunta es esa? -le contesta Jungkook arrugando el entrecejo mientras se acomoda para sentarse en la cama.

-Sólo pregunto.

-Jimin, no quiero que te sientas obligado a estar a mi lado solamente porque estoy así, enfermo...

-¿Obligado? ¿Piensas que me siento obligado a estar contigo? Estás loco mi Jungkookie -le dice Jimin mientras ríe negando con la cabeza.

Jungkook ríe también encogiendo los hombros y sintiéndose avergonzado.

-¿Sabes? Me siento feliz de que no me hayas abandonado en el hospital, siempre tuviste fe en qué yo despertaría del coma.

-Jamás te abandonaré, ¡Jamás! Jungkook...

-¿Sí, Jimin?

-Tú eres mi vida. No quiero que nos separemos nunca más-le confiesa mientras lo mira fijamente a los ojos.

-Nunca más, mi amor -le contesta con una sonrisa.

Jimin se acerca a los labios de Jungkook, quien tiene la boca semiabierta dejando salir su aliento tibio. Siente su respiración chocar con la suya mientras que los dedos de Jungkook recorren primero la barbilla, luego el cuello y finalmente el pecho de Jimin pasando por su clavícula. Cuando por fin sus bocas se unen en un beso apasionado, tan cálido que sienten que se queman con la respiración. Jimin tiene los ojos cerrados y poco a poco mueve su cabeza hacia atrás, mientras Jungkook observa sus carnosos labios los que Jimin relame con su lengua para luego concentrarse en las venas del cuello, el que comienza a besar y saborear con pequeños mordiscos. Jimin se enciende soltando tímidos quejidos que delatan su excitación. Jungkook lo toma por la cintura y lo jala suavemente hacia su cuerpo tembloroso por la efervescencia del momento y luego lo rodea con sus brazos y lo besa en los labios. Jimin envuelve la cintura de su amado con sus piernas entrelazando sus pies detrás de su espalda baja.

Se besan con fervor y la respiración de ambos se vuelve mucho más agitada.

Jimin busca dentro del pantalón de dormir de Jungkook su entrepierna rígida, húmeda y caliente. La acaricia primero con suavidad y luego con vigor, hacia arriba, hacia abajo y al unísono con los gemidos de Jungkook, quien se esfuerza por mantener la mesura en los sonidos que salen de su boca, ya que su madre podría oírlo.

Ha pasado mucho tiempo desde la última vez que sintieron el calor de sus cuerpos desnudos.

Jimin acerca su boca a la venosa erección que tanto ha extrañado. Comienza a introducirla lentamente en su boca entre tanto deja escapar unos quejidos ahogados que hacen que Jungkook se derrita al escucharlos. Al cabo de un rato, Jimin empieza a tragar duramente la erección de su novio haciéndolo gemir de placer mientras éste le acaricia el cabello.

-¡Jimin! -se queja casi sin aliento -me correré en tu boca.

Repentinamente Jungkook toma a Jimin con fuerza y lo recuesta sobre la cama de espaldas hacia él, baja su pantalón y ropa interior con rudeza y quiere introducir su erección sin previa estimulación.

-No puedo.

-¿Ah? -Jimin se voltea y mira sorprendido a su novio.

-No puedo Jimin...

-¡Hazlo de una vez, sin dedos, sin condón!

-Jimin... me cuesta respirar...

-¡Mierda! Perdóname Jungkook, yo...

-Estoy bien, no te preocupes. Es sólo que aún no puedo... agitarme... tanto -termina la frase con una risita que lo hace toser.

-Lo siento, soy un animal.

Jungkook no puede contener la risa y se queda casi sin aire.

-No eres un animal, mi amor... yo debí advertirte -le dice Jungkook casi sin aliento.

Jimin se sube la ropa negando con la cabeza.

-Tengo tantos deseos de estar contigo amor ¡Aaahhh! -le dice Jimin con frustración.

Jungkook lo abraza mientras su erección ha desaparecido por completo y se siente horriblemente mal por no poder satisfacer a su novio.

-Oye... cuando esté recuperado te cogeré hasta que te desmayes.

-¿Me lo juras? -le murmura Jimin.

-Te lo juro mi amor.

En ese momento su madre toca la puerta.

-Pasa mamá -le contesta Jungkook.

-El psicólogo llegó.

-Ah, había olvidado que vendría hoy.

-Pase por favor -le indica la madre de Jungkook al psicólogo.

-Permiso. Hola ¿Jungkook? Soy Taemin.

-Hola.

El joven y guapo psicólogo le sonríe a Jungkook con amabilidad y luego mira a Jimin esperando que Jungkook lo presente, pero no lo hace.

-Permiso - Jimin mira a Jungkook de reojo y luego sale de la habitación echando humos.