Parte 30

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Jimin.

Después de dejarlo en su casa, conduce luchando por contener las lágrimas. Siente un nudo en la garganta y le cuesta respirar, le duele el pecho, le duele el alma.

        "Es lo mejor", se repite una y otra vez.

Cuando entra su departamento siente que lo inunda la desolación, tiene apretado el estómago y le duelen las piernas, las siente débiles y el nudo en su garganta ya es insoportable. Se recuesta sobre su cama mirando el cielo y comienza a sollozar, las lágrimas nuevamente mojan su rostro y la nostalgia se apodera de su memoria, llenándose de recuerdos e de imágenes que añora. Extraña su olor, su risa, sus besos, el calor de su piel, el sonido de su voz. Lo extraña tanto que se siente enfermo.

        ¿Entonces por qué Jimin había terminado la relación con él?

        ¿Qué lo había impulsado a tomar tan drástica decisión?

Se sienta a los pies de su enorme cama y recuerda cómo era su vida antes de Jungkook y peor aún, se pregunta cómo será su vida después de él... sin él.
Los sollozos, se transforman en un llanto desgarrador, un lamento que le brota desde las entrañas y que lo ahoga, ahoga su respiración. El desconsuelo que siente casi no le permite inhalar el aire. Siente que podría morir.

Luego de largos minutos, Jimin logra calmarse en alguna medida y el resto de su día transcurre de la misma forma: entre sollozos, llantos, recuerdos e imágenes que van y vienen dentro de su cabeza, sin embargo, no se arrepiente de la decisión que ha tomado, pues piensa que es lo mejor para él porque ese novio que él extraña tanto ya no existe, ese novio cálido, alegre y amoroso ya no existe más, ese novio se había transformado en un hombre celoso e impulsivo, capaz de lastimarlo tanto con sus hirientes palabras y su cruel desconfianza.

Esa noche le cuesta conciliar el sueño, a pesar de su cansancio. Nuevamente y como cada noche, es invadido por una profunda tristeza que hace brotar sus lágrimas mojando su cara, la que intenta enjugar con sus palmas.

Al día siguiente despierta sintiéndose desolado, igual que el día anterior. Se queda encerrado en su departamento durante varios días. Recibe innumerables mensajes de Jungkook, también, muchas llamadas de él, pero no contesta ninguna de ellas y los mensajes los borra sin siquiera leerlos, luego bloquea el número de Jungkook y aunque después lo llama desde otros números un par de veces, pronto el teléfono dejó de sonar.

        Debo acostumbrarme a estar sin él, a no escuchar su voz. Él no es bueno para mí. Cuando él está a mi lado yo sufro. No quiero sufrir.

        Es lo mejor.

Jimin cree que lo mejor para él es estar lejos de Jungkook, entonces ¿Por qué carajos se siente tan mal?... Porque lo ama. Se pregunta si algún día dejará de pensar en él ¿Podrá sacarlo de su mente, podrá dejar de relacionar cada cosa que se ve en su departamento con él? Hay momentos vividos con él en cada rincón del lugar. ¿Por qué lo había dejado? ¿Por qué había terminado su relación con él si en realidad quiere seguir viéndolo, sintiéndolo? Quiere estar con él, pero ya no quiere sufrir, es cobarde, tiene miedo, no quiere sufrir por él ni por nadie, porque él siempre hizo sufrir a los demás, a encantar a los demás, a seducir a un hombre hasta volverlo loco y después simplemente olvidarse de él. Tal vez quiere volver a esa vida, volver a ser ese hombre, quiere ser un hombre libre otra vez. Lo que Jimin no sabe es que su corazón jamás volverá a ser libre porque está unido indisolublemente a Jungkoook, pero se resiste a ese sentimiento y no acepta su realidad.

Después de una semana de encierro, decide tener una cita con alguien que conoció alguna vez y tuvo algo breve. Lo llama y por supuesto le acepta la invitación. Jimin pasa a buscar a su acompañante, un chico muy guapo: linda sonrisa, ojos hermosos y un cuerpo soñado. Es de todo su gusto.

ENCANTADOR  - Jikook/KookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora