ENCANTADOR - Jikook/Kookmin

Parte 6

Por fin es lunes, el día libre de Jungkook, el día que había planeado compartir con Jimin, pero él está lejos, está de vacaciones. Se ha acostumbrado a su compañía, esa compañía que Jungkook anheló por tanto tiempo y de la que, aún incrédulo, ha podido disfrutar últimamente.

Los días se tornan monótonos, aburridos. Va y vuelve de la cafetería cada día y cuando no está trabajando se dedica a estudiar para rendir el examen de ingreso a la universidad, su excelente rendimiento académico ha permitido que le otorguen una beca que le permitirá estudiar el año próximo. Quiere estudiar arquitectura.

Todas las noches, antes de dormir, habla con Jimin y luego de esas largas conversaciones piensa mucho en él, lo extraña y está impaciente por volver a verlo. Recuerda cada momento que han compartido y tiene en su mente cada sensación que lo conecta con él. Desea tenerlo cerca, tocar su piel y acariciar cada recoveco de su cuerpo. Quedarse dormido junto a él.

Tiene planeado revelarle los sentimientos que alberga en su corazón, en su inexperto corazón.

Jimin llegará a Incheon, después de una semana en Tokio. Jungkook no irá a trabajar ese día porque quiere sorprenderlo yendo a la estación de trenes. Ha pensado mucho en decirle lo que siente por él. Decirle que se siente enamorado, aunque sea algo apresurado.

Jungkook se siente enamorado por primera vez en su vida.

Llega media hora antes y espera ansioso. En su mente se repite y una y otra vez el mini discurso que ha ensayado para la ocasión. Está muy nervioso, pero seguro. El tren por fin llega a la estación y empiezan a bajar los pasajeros. Jungkook observa atento, acercándose lentamente, lo ve bajar del tren mientras su amor se acomoda una mochila sobre el hombro.

—¡Jimin! —lo llama.

—¡Oh, Jungkook! —le dice sorprendido y lo abraza con fuerza.

—Te extrañé tanto —. Le susurra al oído.

Jimin suspira.

—Hola Jungkook —. Irrumpe alguien mientras le palmotea el brazo. Es un antiguo compañero del colegio, fue compañero de salón de Jimin.

—Hola... —le responde el saludo tratando de recordar su nombre.

—Jimin, no olvides que en el aeropuerto guardé tus zapatillas en mi maleta ¿Quieres que te lleve a tu departamento? —interrumpe a Jungkook mientras saca de una maleta las zapatillas de Jimin y se las entrega.

Jungkook mira la escena tratando de entender, mientras siente que se le aprieta el estómago y un escalofrío recorre su espalda.

—Eh... No, yo voy a otro lugar, pero gracias. —Le responde a al excompañero, a la vez que trata de esquivar la mirada de Jungkook, quien en ese momento ya no se veía tan feliz.

—Ok, entonces te llamaré más tarde ¡Adiós!

Un desconcertado y serio Jungkook tiene la mirada clavada en Jimim.

—¿Se encontraron en el aeropuerto? —le pregunta con una voz frágil. Jimin suspira y levanta la mirada.

—No. Nosotros viajamos juntos a Tokio, pero fue...

—¿Juntos? ¿Ustedes dos y tus padres?

Jimin se queda el silencio por unos segundos, traga saliva.

—No, únicamente él y yo. Pero nosotros somos amigos y fue un plan de último momento por eso no te lo conté antes.

Jungkook siente que le han arrojado un balde de agua fría y ese frío recorre su cuerpo desde la cabeza hasta los pies. Se aleja dando unos pocos pasos hacia atrás y luego se voltea dándole la espalda a Jimin.

—Espera, déjame explicarte. No es lo que crees... — le dice desesperado agarrando su antebrazo. Pero Jungkook aparta su mano y se va caminando rápidamente.

—¡Jungkook! —le grita mientras agarra su maleta. Quiere seguirlo, pero se da cuenta de que sería inútil, porque Jungkook se ha marchado corriendo.

Jimin siente pánico, nunca había visto así a Jungkook. Tan enojado, ni con él ni con nadie. Saca su teléfono y lo llama una y otra vez, pero Jungkook no le contesta. Al rato logra encontrar un taxi y se va a su departamento para dejar sus cosas y luego ir a la casa de Jungkook a intentar arreglar las cosas entre ellos.