Parte 31

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Jungkook.

Baja de la camioneta y entra a su casa. Se sienta en el borde de la cama mirando al infinito y una sensación de escalofríos recorre todo su cuerpo y el estómago le comienza a doler. Le parece irreal lo que está ocurriendo, siente que le falta el aire, respira con dificultad. Comienza a sentir la humedad en sus ojos, luego recorrer su cara para finalmente sentir la sal de sus lágrimas en su boca. Cierra los ojos y en su cabeza retumban las últimas palabras pronunciadas por su preciado Jimin:

        "Vete por favor. ¡Se acabó!

Ya no es su preciado Jimin...

Para Jungkook es duro recordar esas palabras, pero aún más doloroso es recordar la frialdad en su rostro.

        ¡Maldición! Nunca debí insinuar que me ha sido infiel. ¿Por qué lo hice si sé que no es así? Soy un imbécil.

        No quiero estar sin él...

Escucha abrirse la puerta de la calle y rápidamente se mete debajo del cobertor de su cama, se cubre hasta la cabeza. Su madre toca la puerta muy despacio y al no recibir respuesta la abre y ve a su hijo acostado y piensa que duerme, así que se cierra nuevamente la puerta y se va.

Jungkook solloza durante horas y se duerme muy tarde esa noche. Se levanta de su cama hasta el día siguiente, pasado el mediodía.

-Hola mi vida ¿Te sientes bien?

-Hum...

-¿Estás enfermo?

-No es eso, es que...

-¿Qué ocurre?

-Jimin y yo terminamos -le responde a su madre después de soltar un profundo suspiro.

-Mi amor, lo siento. Pero... quizás se puedan reconciliar.

-No lo creo... él no quiere saber nada de mí. Estaré en mi habitación...

-¿No comerás algo?

-No tengo hambre.

-Te llevaré algo, tienes que comer.

-Bueno, mamá.

Jungkook vuelve a encerrarse en su habitación, enciende la televisión y se recuesta tapándose con el cobertor. Se siente horriblemente triste, cada cierto rato, observa su teléfono con la mínima esperanza de encontrar algún mensaje de Jimin. Quiere llamarlo, escribirle, pero no sabe bien qué decirle. Jungkook siente que Jimin tiene razones para que esté enojado con él, aunque piensa que ha exagerado. Y a ratos alberga la esperanza de recibir una llamada telefónica de él, pero conforme avanzan las horas, esa llamada nunca llega.

-Permiso, mi amor -entra su madre a la habitación.

-Sí... pasa.

-Te traje un poco de comida.

-No quiero comer.

-Intenta comer algo, mi vida - su madre acomoda una bandeja con comida sobre la cama y acaricia el cabello de su hijo. Su corazón se estremece porque la primera vez que ve una expresión de angustia tan grande en sus ojos.

*¿Podemos hablar?

*Sé que no quieres saber nada de mí, pero necesito que sepas que te amo.

*Nunca quise lastimarte. Perdóname.

Durante esa noche le envía muchos mensajes. No recibió ninguna respuesta.

Nuevamente se queda dormido, sollozando sobre su almohada.

Los días que siguen, son muy grises para el desolado corazón de Jungkook. Siente una tristeza que inunda su alma y a ratos siente insoportable la incertidumbre de no saber nada de Jimin. De a poco se va resignando a la idea de que él no volverá a su vida.

ENCANTADOR  - Jikook/KookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora