Capitulo 2

2.3K 68 1
                                    

La casa era bastante bonita, no era tan grande como la de papá pero al menos aquí si se respiraba ambiente de hogar mezclado con amor. Lo que más llamo mi atención era que tenía un jardín delantero y uno trasero, cosa que en España era difícil de encontrar ya que de donde yo venía todo estaba lleno de edificios y comercios.

-Como me alegro de que estés con nosotros Carlota, presiento que ahora si somos una familia.- Me sonrió con un aire de tranquilidad y verdad que me hizo ver que ahora mamá si estaba completa.

-Mateo, quiero que sepas que a pesar de mi carácter y en ocasiones malas formas, estoy ilusionada de empezar una vida con vosotros.-

Mateo era bastante apuesto para tener 45 años y siendo sinceros normal, porque Chris, mamá, era la mujer más linda del universo, una pareja de morenos con ojos azules que habían decidido abrirme las puertas de su casa en vez de dedicarse a tener hijos y poder lucrarse de una agencia de modelos.

-Espero que te guste tu habitación, decidimos no decorarla para que la formaras a tu gusto.- Mamá hablaba mientras yo la ayudaba a colocar la ropa de cama que Mateo me había dado minutos antes.

-Gracias mamá, juro que es suficiente, ya sabes que en cuanto encuentre un trabajo empezaré a aportar dinero, ahora solo puedo agradeceros.- Sonreí y me limpie el beso que había dejado en mi frente. -No hagas eso más por favor, lo odiaba cuando tenía 4 años y lo odio ahora.- Las dos reímos al recordar las caras y guiños que hacía cuando tan solo era un bebé.

-Cariño, bajad, acaba de llegar.- Gritó Mateo desde la cocina y yo solo pude hacer una mueca rara ya que no sabía de que se trataba.

-Carlota, solo habías oído hablar de ella pero hoy conocerás a tu nueva hermana.- La ilusión de mamá me creaba incertidumbre y a la vez me generaba ansiedad, nunca había sido buena para conocer gente.

Al bajar una chica rubia bromeaba con Mateo mientras le mostraba algo en su móvil, eran bastantes parecidos y viendo cómo se trataban se notaba que se llevaban bastante bien.

-Por fin llegó la española, ole!.- Bromeó riendo. -puedo cambiarte el apodo si no te gusta, pero a mi me parece muy cool.- Me abrazó energéticamente provocando una muy buena impresión en mi, quizás acabaríamos siendo inseparables. -Soy Mya-.

Mateo y mamá solo se miraban dudosos esperando mi aprobación.

-Me encanta, con el tiempo espero ser una Argentina más, pero así siempre recordaré mi esencia.- Reí a la vez que correspondía su abrazo y agradecía mentalmente a mamá por encontrar a esta gente tan maravillosa.

Oportuno. -C.R.ODonde viven las historias. Descúbrelo ahora