Capitulo 4

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Viaje con Mauro y mya en un coche mientras en el otro fueron Tomás, lucho y Lucas, quien anteriormente me dijo que lo llamara H o Homer. No podía dejar de pensar en la escena en mi cocina, tenía hierba gratis para la próxima semana y había conseguido con dos palabras tenerme frenética, quien se creía para atreverse a tanto, si quería jugar yo no era tímida para nada, más bien tenía mi fama relacionada con hombres en España.

El lugar estaba repleto de gente, era una especie de discoteca al aire libre con zonas cubiertas, la música retumbaba por todos lados y luces de colores se movían por todas partes dejándome ver de vez en cuando que Argentina era un lugar con los chicos más sexys que jamás había visto.

-Llévame a esa mesa 2 botellas de fernet con coca y una botella de jagger con vasos de chupito.- gritó Tomás al camarero por encima de la música.

Todos estaba esperando la bebida mientras Tomás y yo pedíamos, si, él y yo, solos, él había empezado el juego y yo tenia pensado mantenerme cerca de él para ver su siguiente movimiento en un juego que solo podría acabar de una manera, él y yo en una cama.

6 A.M, Me senté a su lado en el reservado mientras Mya solo asintió con la cabeza y me guiñó un ojo. Lucho y H se sirvieron unas copas y se fueron gritando que iban a buscar unas wachas, Mauro y Mya hablaban, reían y se besaban. Por otro lado yo bebía mientras con la mirada buscaba algún chico que me llamase la atención, una voz me sacó de mi búsqueda.

-Querés ir a la pista? No paras de mirar capaz se te perdió algo.- se relamió los labios para quitarse las gotitas de bebida.

-Si quiero ir, pero a bailar contigo.- lo cogí de la mano y lo arrastré hasta el mogollón de gente, él con la otra mano agarró mi cintura y solo podía pensar en lo bien que encajaba con mi piel desnuda a causa de que el top era ombliguero.

Sonaba puro trap y no me iba a quedar atrás, me acerqué a él quedando a centímetros de su boca, puse su otra mano en mi otro costado y empece a moverme de manera lenta mientras él se limitaba a mirar fijo todos mis movimientos, el ritmo de la música cada vez era más violento, me giré y pegué mi culo a su entrepierna, la piel se me erizó al sentir el contraste de su cinturón ya que el metal estaba frío y mi piel ardía en llamas, con sus manos me agarraba más fuerte y subió una a mi cuello sin hacer mucha presión pero la suficiente para pegar su pecho en mi espalda y sujetarme, ya no corría nada de aire entre nosotros y podía notar que cada vez que movía mi culo contra él su entrepierna crecía más y más.

-Ahora no me digas que solo querés bailar conmigo porque no te creo nada Española.- hablo rozando sus labios con mi oreja.

-Y tú Tomás? Que es lo que quieres?.- me giré mirándolo a los ojos mientras me mordía el labio. -porque yo si sé lo que quiero.-

-Ya basta de tragos.- Me sonrió con la boca cerrada, yo solo fruncí el ceño sin entender a que se refería, cambió su sonrisa por un semblante serio y dijo: -No bebamos más, quiero que ambos recordemos mañana lo que te voy a hacer esta noche.-

Simplemente no aguanté más y lo besé, enrollé mis brazos en su cuello y le comí la boca, como si no hubiera nadie en la pista, éramos él y yo siendo fuego, si esto iba a ser un juego ambos íbamos a ganar. -Vamonos.- le rogué cuando cesamos por falta de aire.

Oportuno. -C.R.ODonde viven las historias. Descúbrelo ahora