Capitulo 13

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Llevaba ocho días sin ver a Tomás, ese imbécil me pedía intentarlo para de una desaparecer como si nada, el primer día no paré de llamarlo y mensajearlo, estaba preocupada por si le había ocurrido algo, con el tiempo ya descubrí que lo único que hacía era ignorarme, Homer fue sincero conmigo y me lo confesó, Tomás no quería saber nada de mí.

Mi amistad con Homer empezó a creer más y más, bueno en realidad con todos los chicos, todos los días nos veíamos, solíamos merendar en la cafetería o pasar la noche en casa de Julieta y Troca, esos dos locos iban muy en serio, teníamos la broma sobre apostar quien saldría embarazada antes si ella o Mya.

-Entonces Susana te dijo que si?.- Asentí con efusividad y una enorme sonrisa. -Esa vieja si es un amor.- ambas reímos por su comentario y por la cantidad de hierba que habíamos fumado.

Le pedí a Susana unos días para irme a Villa Gesell, íbamos a ir todos, incluido Tomás, tampoco iba a darle mucha importancia, él decidió ignorarme y yo no pienso ir detrás.

-Yo tengo a Troca, pero te juro que allá están los pibes más lindos de toda Argentina.- hizo un gesto extraño con la lengua. -Y tu amiga necesitas una buena cogida.- reí. -Si igual no estará mal conocer un par de chicos de esos que sólo ves una noche.-

-Debo irme a casa juli, las maletas no van a hacerse solas, pensé que no iba a viajar y no alisté nada.- Me despedí de Julieta y decidí ir hacia casa andando, no quedaba lejos y pasaba de esperar a que mamá viniera a por mi.

Canturreaba una canción mientras pateaba una piedra que pasos atrás encontré en el camino, no me daba miedo andar sola por la calle pero necesitaba distraerme de alguna forma.

Un coche frenó al lado mío y toco el claxon. -Te acercamos a algún lugar?.- Homer preguntó y yo al ver a Tomás en el copiloto negué con la cabeza. -Prefiero caminar H, pueden continuar.- Tomás sonrío y bajó del coche. -La acompaño, te veo en un rato.- seguí caminando y al ver pasar el coche Tomás se puso a mi lado.

Prendí un cigarrillo y lo fumaba mientras miraba al frente, no quería ni mirarlo a la cara, si iba a seguirme me iba a tocar imaginar que no estaba. No lo puso nada fácil.

-Estuve pensando en llamarte, he sido un idiota.- Susurró de manera tímida. -No quiero que pienses que sólo te utilicé para coger.-

-Es Justo lo que has hecho. Me metiste en tu cama, me trataste de novia y luego sin más te fuiste.- Escupí de manera seca -Ahora vas a venir a decirme que no era tu intención y te inventarás una excusa barata para que te perdone, no?.- Lo miré.

-Te diré solo la verdad, sin excusas, solo déjame enseñarte una cosa y entenderás.- divisé mi casa a unos pocos metros y frené en seco. El freno a mi lado. -Sabes qué Tomás, no gastes tu tiempo, no quiero escuchar nada de ti, me has hecho daño y no voy a perdonarte, eso es lo único que importa. Ahora lárgate que no quiero verte.- Seguí mi camino y al ver que no me seguía bufé alivida y entré a casa.

No puede venir como si nada después de tantos días alejado de esa manera, cuando quieres a alguien no haces eso; y él me dijo un te quiero que claramente no cumplió.

Prepare todo lo que me llevaría al viaje, íbamos para unos pocos días y yo iba a llevar ropa para un mes. Antes de acostarme le envíe un mensaje a H para que pasara a por mi para ir al aeropuerto, sin pensarlo entré en la galería y mire por un tiempo las fotos que Tomás y yo nos tomamos. En el fondo lo echaba de menos y una pequeña parte de mi si quería quedarse a escuchar lo que tenía para decirme.

Oportuno. -C.R.ODonde viven las historias. Descúbrelo ahora